Page 85 - Orestiada. Agamenón. Las Coéforas. Las Euménides
P. 85

ESTUDIO PRELIMINAR

              recuerda cómo Atreo le dio de comer su sobrino a su hermano
              Tiestes—, sí habrá de perecer también por la ciega venganza
              de Clitemnestra. Lo que equipara a ambas asesinas es el odio
              contra el esposo.
                Ante tal espectáculo  de premoniciones  sangrientas, el Coro
              inquiere las causas de tales profecías (vv. 1154-1155), a lo que
              la doncella alude a las bodas de Paris (el rapto de Helena está
              implícito en ello) que hicieron del Escamandro, el célebre río de
              Troya, algo semejante al Cocito, uno de los ríos del inframundo
              por el que navegan los muertos para llegar finalmente al Hades.
                                                                   143
                Troya  fue  totalmente  destruida,  a  pesar  de  los  esfuerzos  de
              Príamo, y la prueba de ello es la situación en la que se encuen-
              tra Casandra (vv. 1162-1172). Pero más allá de la desgracia que
              significó la caída de Troya, para la doncella el mal mayor es su
              cualidad de vidente porque, como refiere al Coro, fue producto
              de una maligna deidad. En efecto, como ya indicamos, Apolo
              dispuso que nadie fuera persuadido por las profecías de Casan-
              dra como castigo por haberlo rechazado en su pretensión amo-
              rosa (vv. 1202-1213). Por ello, la doncella revela sin rodeos, de
              modo claro y directo, las visiones de lo que enseguida sucederá:
              las Erinias habitan el palacio de Agamenón desde tiempos pri-
              migenios,  lo cual ha sido la perdición de la familia hasta ese
                      144
              momento (vv. 1178-1197). Es indudable la alusión al mito de
              Tántalo, personaje al que se puede remontar como inicio de la
              saga de maldiciones que ha tenido que padecer como herencia la
              estirpe de los Atridas, como ya hemos advertido.  Al escuchar
                                                        145
                143  Cf. Hom., Od., X, 513 ss. Pl., Phd., 112e ss.
                144  Desde los tiempos de Pélope, según la acotación de Thomson 1970, p. 51.
                145  Cf. supra pp. xxxvii-xlviii.

                                      LXXXIX










                                                                     25/07/22   14:45
        ORISTEADA_0722_v3.indb   89                                  25/07/22   14:45
        ORISTEADA_0722_v3.indb   89
   80   81   82   83   84   85   86   87   88   89   90