Page 49 - Brugger Karl Crnica de Akakor
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Pero fue el príncipe Maid el que tuvo que librar la batalla más peligrosa. Fue ésta
la lucha contra '.a Tribu que Vive sobre el Agua, que tras la segunda Gran
Catástrofe había fundado su propio imperio en las montañas del Perú. A lo largo
de 800 años, sus caudillos sometieron a numerosos pueblos salvajes y avanzaron
hacia Machu Picchu. El consejo supremo, para impedir que la tribu atacara Akakor,
decidió someterla. En el curso de una guerra que duró tres años, dura y con
enormes pérdidas, y en la cual los Ugha Mongulala sufrieron muchas derrotas
humillantes, Maid logró finalmente vencer a la Tribu que Vive sobre el Agua y
capturar a su caudillo. El peligro procedente del Oeste parecía haber quedado
eliminado.
¿Cómo acabará todo esto? Cada vez hay más pueblos que se dotan de sus
propias leyes, que olvidan el legado de los Dioses y que viven como animales.
Grande es el número de los Servidores Escogidos, pero innumerables los
Degenerados. Devastan nuestros campos y matan a nuestros hijos. Son
arrogantes. Muchos son los pueblos que han sometido.
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Las tribus rebeldes mencionadas en la crónica pertenecían a los Degenerados.
Lhasa las había integrado en el imperio de Akakor y les había enseñado el legado
de los Dioses. En el curso de los milenios rechazaron la soberanía de los Ugha
Mongulala y olvidaron las enseñanzas de los Padres Antiguos. Vivían como tribus
salvajes en chozas de paja o en inmensas casas rectangulares suficientes para
alojar a toda la comunidad tribal. Sus poblados están protegidos por una alta
empalizada de madera. No cubren sus cuerpos. No están familiarizados con el arte
de tejer. Pero son muy inteligentes en el trabajo de las plumas para convertirlas en
tocados. Los De generados cultivan la tierra quemando los bosques. Plantan
mandioca, maíz y patatas. La caza es para ellos tan importante como el cultivo del
suelo. Sus arcos y sus flechas son similares a los nuestros, pero más pequeños y
ligeros. Han adoptado el mismo veneno que los Ugha Mongulala. En el combate
cuerpo a cuerpo utilizan una lanza con una punta de piedra afilada.
Mientras que mi pueblo venera el legado de los Dioses, las Tribus Degeneradas
adoran a tres divinidades diferentes: el sol, la luna y el dios del amor. Para ellos, el
sol es el padre de toda la vida sobre la tierra; la luna es la madre de todas las
plantas y de todos los animales; y el dios del amor protege a la tribu y es el
responsable de la fertilidad del pueblo. Si una tribu cree que no es afortunada, el
mago-sacerdote ahuyenta a los espíritus malignos. Los Degenerados también
conocen el yo esencial que se separa del cuerpo en el momento de la muerte y
entra en la segunda vida. Creen que esta segunda vida tiene lugar en las
residencias subterráneas de los Maestros Antiguos.
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Viracocha, el Hijo del Sol
Los Blancos Bárbaros creen que ellos poseen los más elevados conocimientos. Y,
en efecto, hacen muchas cosas que nosotros no podemos hacer, que nunca
comprenderemos y que son un misterio para nosotros. Pero los mayores
conocimientos reales de los humanos hace mucho tiempo que desaparecieron.
Los conocimientos de los Blancos Bárbaros son solamente un reaprendizaje y un
redescubrimiento de los secretos de los Dioses, los únicos que han conformado la
vida de todos los pueblos sobre la tierra. Los Servidores Escogidos son los que
con mayor fidelidad han preservado el legado de los Dioses, y consiguientemente
su conocimiento es superior. Las Tribus Degeneradas apenas recuerdan la época
de sus antepasados, y viven en la oscuridad. El legado de los Dioses nunca les fue
revelado ni a las tribus salvajes ni a los Blancos Bárbaros, y como animales, vagan
por el país. -- Existe tan sólo un pueblo, aparte de los Ugha Mongulala, que conoce