Page 51 - Brugger Karl Crnica de Akakor
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Dioses. Cuando su poder se hallaba en su apogeo, la predicción de nuestros
sacerdotes se cumplió. Estalló una cruel guerra fratricida que sacudió los fundamentos
del imperio. Y la destrucción quedo completada con la llegada de los Blancos
Bárbaros.
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4 Los guerreros que llegaron desde el
Este
1421 a. de C. - 1400 d. de C.
Con el hundimiento de los grandes imperios, el viejo mundo oriental se desintegró en pequeños
Estados. Israel fue fundado hacia el año 1000 a. de C. Por la misma época surgió en Grecia
una gran civilización y, posteriormente, florecería otra en la ciudad-estado de Roma, sobre el
Tíber. Se supone que el nacimiento de Jesús tuvo lugar en Belén en el año 7 a. de C. Tras la
división del Imperio Romano, los ostrogodos, bajo el mando del rey Teodorico el Grande,
fundaron su propio imperio en Italia. En el año 552, Narsés, general del Imperio Romano de
Oriente, derrotó a Teja, el último rey de los godos, en la batalla del Monte Vesuvio. Nada se
sabe acerca del destino de los godos que sobrevivieron. La historia de los vikingos se
desenvolvió en la misma época. Este pueblo marinero ocupó las costas occidentales de
Francia e Inglaterra y estableció una base en Groenlandia. Según informes aún sin confirmar,
llegaron hasta las costas orientales de América del Norte.
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La Edad Media europea comenzó en el año 900. Es en estos momentos cuando en América se
inicia la historia de los aztecas, de los mayas, de los incas. Las tribus de los aztecas y de los
incas desarrollaron, con su estructura de clases, una civilización puramente neolítica, tipificada
por los jeroglíficos y por el calendario maya. El aspecto más destacado de los incas, sin
embargo, consistió en la expansión de su imperio, que alcanzaría su apogeo bajo Huayna
Capác a comienzos del siglo XV.
La llegada de los guerreros extranjeros
Los Blancos Bárbaros son un pueblo de corazón duro. Llevan el fuego a los
bosques, y cuando están ardiendo vemos como los animales atrapados por el
fuego corren locamente tratando de escapar a las llamas, pero inevitablemente
acaban por quemarse. Lo mismo ocurre con nosotros. Desde que los Blancos
Bárbaros llegaron a nuestro país, la guerra es continua. Mas los Ugha Mongulala
no fuimos los primeros en apuntar la flecha. Fueron los Blancos Bárbaros quienes
enviaron el primer guerrero, y el segundo, y el tercero. Sólo entonces enviamos
nosotros al mensajero con la Flecha Dorada. Pero nuestros sacrificios han sido en
vano. Los Blancos Bárbaros penetran cada vez más, devastándolo todo como un
tornado. Sometieron a las Tribus Aliadas y las obligaron a asumir sus costumbres,
que han sido dictadas por espíritus malignos. Mas el hombre es un ser que ha
nacido libre en las montañas, en las llanuras y sobre el Gran Río, y allí el viento
corre libremente y nada oscurece la luz del Sol allí el hombre puede vivir en
libertad y respirar libremente, aun cuando puedan llegar
batallas y caos, tal y como está escrito en la Crónica de Akakor:
Surgieron ¡a discordia y la envidia. Las tribus disputaban entre sí y se lanzaban al
pillaje. Las fiestas de la comunidad degeneraban en orgías de borrachos. Los
Servidores Escogidos se volvían los unos contra los otros y se arrojaban los huesos y
los cráneos de los fallecidos. Las Tribus Aliadas abandonaron sus asentamienientos