Page 22 - Vive Peligrosamente
P. 22
y no tenía ningún inconveniente en desplazarse en tranvía de un lugar a otro
de la ciudad, lo que me dio la oportunidad de hablarla en varias ocasiones.
Una vez, con su peculiarísimo acento vienés me dijo:
–Anoche estuvo a punto de dejarme caer al suelo.
De aquel tiempo me quedó para siempre cierta inclinación hacia el
teatro que refleja el mundo.
Antes de 1914 un hombre todavía podía permitirse el lujo de ser
apolítico; es muy posible que en dicha época, fundamentalmente pacifista,
existieran muchas personas que no se molestaran en pensar lo que era la
política. Pero la situación cambió totalmente a partir del año 1918. La
primera guerra mundial había creado unos cambios, de vital importancia en
el mundo entero; incluso había repercutido en la vida privada de
innumerables personas. La paz y el Tratado de Versalles fueron causas del
nacimiento y planteamiento de una serie de problemas que no podían ser
pasados por alto ni en el mundo ni en Europa. Aquellos problemas y las
formas de solucionarlos se convirtieron en asuntos de vital importancia
para la vida de las diversas clases sociales. Esto hacía que fuera imposible
eludir las repercusiones de los problemas políticos y económicos que
"flotaban" en torno nuestro. Mas, a pesar de todo ello, los asuntos
personales de cada ciudadano carecían de importancia, quedaban
postergados ante los grandes ideales que se plantearon en aquella época,
tales como el socialismo y el nacionalismo, que obligaban a cada individuo
a tomar partido por uno o por otro.
Los problemas diarios de la política nacional e internacional que
incidían en nuestra República recién instaurada eran causa de muchas
rencillas personales, pues la gente no se limitaba a exponer sus ideas, sino
que se ensañaba insultando a todo el que no comulgaba con su manera de
pensar.
Esta tensión política fue la causa de que una gran parte de la población
austriaca, incluso de la alemana, se alejase de la política de los partidos,
afirmando que no quería inmiscuirse en aquellos "turbios" manejos. Este
impulso de alejarse de todo partido político era más acusado entre la
juventud, ya que no encontrábamos ningún ejemplo digno de ser tenido en
cuenta entre los dirigentes de los diversos partidos que existían. Los
liberales y los apolíticos llegaron a ser gran mayoría.
En líneas generales, el pueblo se sintió defraudado ante las
consecuencias que trajo consigo la paz; tal estado de ánimo se dio ya en el