Page 195 - El Misterio de Belicena Villca
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discutir, pues los seis restantes aceptarían todo lo que propusiese Rodolfo, de
                 lejos el más Sabio de los Señores de Tharsis. Y no se equivocaban pues su plan,
                 sencillo y efectivo, produjo resultados  extremadamente contundentes contra la
                 Estrategia enemiga, y permitió salvar a la Estirpe de Tharsis. Así lo expuso:
                        –Ante todo, debo confirmaros que la Casa de Tharsis se debate como
                 nunca frente a la alternativa de la extinción; y que las posibilidades de
                 continuación de la Estirpe son mínimas: concretamente, ellas se basan en las dos
                 Damas aquí presentes. No es desconocido para Vosotros que en toda la historia
                 de nuestro linaje los Hombres de Piedra siempre han procedido de la herencia
                 matrilineal: el mensaje de la Sangre Pura se transmite de hija a hija, y sólo de las
                 Damas de Tharsis nacen los Hombres de Piedra y las Damas Kâlibur. De aquí
                 que la principal prioridad de  la Estrategia a seguir consista en enlazar a estas
                 Damas en matrimonios convenientes para nuestros fines. Esto quiere decir que
                 tales matrimonios deben estar rigurosamente bajo nuestro control: ¡todo debe ser
                 sacrificable en favor de la misión familiar, incluso un marido estéril!
                        Asintieron con un gesto Vrunalda y Valentina.
                        Rodolfo continuó hablando:
                        –El  Circulus Domini Canis dará a todos vosotros nuevas identidades
                 pues, naturalmente, ya no regresaréis a donde estabais hasta ahora. Los Golen
                 jamás deberán sospechar que estamos vivos ni que ninguno de nosotros
                 pertenece al linaje de Tharsis. Sólo retomaremos nuestros nombres el día que
                 logremos quebrar el Poder de los Golen, sea destruyendo sus Ordenes satánicas,
                 sea fortaleciendo al máximo el Circulus Domini Canis. Mientras tanto, trabajaremos en
                 secreto dentro de la Orden de Predicadores y nos ocuparemos de asegurar que
                 los matrimonios de Vrunalda y Valentina den sus frutos.
                        No podremos volver a España en  tanto exista la posibilidad de ser
                 descubiertos o reconocidos. Hay que mantener la ficción de que la Casa de
                 Tharsis efectivamente se extinguió. Sé que eso significa dejar a la Vraya
                 abandonada a su suerte, pero ello es preferible antes de arriesgar un nuevo
                 asedio de los Inmortales en la Caverna Secreta. Recordad que muchos han
                 muerto para conservar la Espada Sabia y que la Vraya será sólo una más de los
                 que entregarán su vida por tal noble misión. Empero, algún día hemos de
                 regresar a la Caverna Secreta para restituir la Guardia. Tendremos que preveer
                 entonces el modo de recuperar el patrimonio de la Casa de Tharsis. Para eso
                 nada parece mejor que llevar a cabo lo siguiente: existe un Iniciado en el
                 Circulus Domini Canis, un joven Conde catalán, quien estaría dispuesto a ceder
                 los derechos de su rico Señorío mediterráneo, en favor de un hijo de Alfonso III, a
                 cambio del condado de Tarseval. Descuento que el Rey de Portugal concederá
                 esa merced, habida cuenta de las ventajas obtenidas, en prestigio y rentas, para
                 el beneficiario del Condado catalán. Todo será arreglado por la Orden, pero hay
                 algo más: he pensado que este Conde es el consorte ideal para Vrunalda.
                        Aquí la sorpresa se pintó en todos los rostros. Vrunalda, una joven de
                 quince años que desde los trece era novicia en Fanjeaux, enrojeció. Rodolfo
                 explicó su plan:
                        –No os asombréis, que pronto le  hallaréis razón. Entiendo que ha de
                 parecer locura la idea de enviar a Vrunalda a España, luego de los peligros que
                 he confirmado y de la Estrategia que he propuesto, pero os mostraré como ello
                 puede ser posible. Si obramos con cautela y nos tomamos un tiempo prudencial
                 para ajustar detalles, por ejemplo unos cuatro años, nada permite anticipar más

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