Page 199 - El Misterio de Belicena Villca
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Montfort durante el sitio de Albi; el resto de la familia habría corrido igual suerte si
los Domini Canis no la hubiesen protegido, aceptando en los tribunales
inquisidores, que controlaban, su conversión al catolicismo y trasladándola a San
Félix de Caramán. A estos bravos Cátaros, leales hasta la muerte y valientes
hasta la temeridad, los unía con los Señores del Perro un mismo odio hacia la
Iglesia Golen y su Dios Creador Jehová Satanás: sólo esperaban una
oportunidad para contribuir en la lucha contra los planes de la Fraternidad Blanca.
Y esa oportunidad los Señores del Perro se la ofrecieron, treinta años más tarde,
a Guillermo de Nogaret.
Pedro de Creta y Valentina de Tharsis procrearon cuatro hijos, quienes
habitaron toda su vida en San Félix. Fueron seis nietos suyos, junto a otros diez
familiares de Arnaldo Tíber, los que recién retornaron a España a partir del año
1315: y entre ellos iba Enrique Cretez, antepasado directo de Lito de
Tharsis. Es claro así, Dr. Siegnagel, por qué me he detenido tanto en hablar
sobre ellos: Yo desciendo directamente de aquella pareja formada por Pedro y
Valentina.
Trigesimocuarto Día
Al iniciarse el siglo XIII, los planes de la Fraternidad Blanca parecían
cumplirse inexorablemente: y sin embargo fracasaron. ¿Qué ocurrió,
entonces?”. Esta era, Dr. Siegnagel, la pregunta planteada en el Día
Decimoctavo. La respuesta, que ahora podrá comprender con mayor
profundidad, afirmaba que dos causas exotéricas y una esotérica, y fundamental,
explicaban el fracaso; sintéticamente, las causas exotéricas se centraban en dos
hombres de la Historia, Federico II de Alemania y Felipe IV de Francia; empero,
ellos sólo expresaban la acción de ciertas fuerzas ocultas, a las que denominé
“oposición de la Sabiduría Hiperbórea”. La primer causa exotérica y la oposición
de la Sabiduría Hiperbórea ya fueron expuestas. Faltaría ahora, para completar la
explicación, mostrar cómo el Circulus Domini Canis aplica el Golpe de Gracia a
la Estrategia enemiga dirigiendo contra sus planes los actos de Felipe IV de
Francia, la segunda causa exotérica.
En 1223 moría Felipe II Augusto, un Rey anestesiado por los Golen, que
permaneció indiferente durante la Cruzada contra los Cátaros y permitió la
consolidación de la Orden del Temple en Francia. Le sucedería Luis VIII el León,
monarca física y espiritualmente débil, que participaría en 1226 de la segunda
Cruzada contra los Cátaros y moriría ese mismo año. Desde entonces, y hasta
1279, gobierna Luis IX el Santo, quien deja definitivamente zanjada la cuestión del
Languedoc al incorporar todos los territorios a la Corona de Francia por el
casamiento, obligado, de la única hija del Conde de Tolosa con su hermano
Alfonso de Poitiers. Posteriormente, el Rey güelfo de Aragón Jaime I confirmaría a
Luis IX las conquistas territoriales occitanas cediendo, en el tratado de Corbeil de
1257, los derechos de Aragón sobre Carcasona, Rodes, Lussac, Bezier, Albi,
Narbona, Nimes, Tolosa, etc., traicionando con ello la Causa por la que su padre,
Pedro II, muriera en la batalla de Muret luchando contra Simón de Montfort;
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