Page 117 - Mitos de los 6 millones
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El Fraude debe ser mantenido incólume a toda costa, ya que el presupuesto del
                        estado de Israel es regularmente deficitario, y solamente puede ser nuevamente puesto en pie
                        gracias a las indemnizaciones alemanas y a las subvenciones de unas cuantas grandes bancas
                        judías. No obstante, el peso de la manutención del estado de Israel recae en el titulado
                        estado de la República Federal Alemana, quien, hasta 1975, había pagado al gobierno de Tel
                        -Aviv, la cifra de 52.400.000.000 marcos, estando previstos hasta 1980 otros
                        27.600.000.000 marcos. En total, pues, 80.000 millones de marcos, es decir unos dos
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                        billones y medio de pesetas.  Además, Israel ha recibido, en mecancías solamente, el
                        equivalente de 750 millones de dólares, a saber, sesenta unidades navales, cinco centrales
                        térmicas construidas por Alemania Federal en Israel, modernización del sistema ferroviario
                        y del puerto de Haifa, contribución a la canalización del desierto del Negev, equipo para la
                        explotación de una mina de cobre, tractores, maquinaria, herramientas y 190 millones de
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                        dólares en petróleo.
                              Alemania Federal paga, además, reparaciones a titulo individual. Una revista
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                        americana de gran tirada   cita algunos casos extraordinarios: tal hombre de negocios judío,
                        que afirmaba haber sido torturado por los alemanes, y que ha recibido, hasta hoy, 32.500
                        dólares a titulo de indemnización y que recibe, además, una «compensación» mensual de
                        220 dólares; tal viuda de un dentista judío, que emigró de Alemania en 1939 se instaló en
                        Africa del Sur, donde murió en su cama cinco años más tarde, viuda que recibió una
                        «indemnización» de 25.000 dólares y debe recibir aún una «compensación» suplementaria
                        de 7.000 dólares; tal rabino instalado en el Brasil, que recibe una pensión mensual de 500
                        dólares; tal judío de Sydney (Australia) a quien conocemos personalmente, y que recibió
                        una indemnización de 10.000 dólares en 1968. Motivo: su padre emigró de Alemania en
                        1937 y debió vender su fábrica de jabón.
                              Las más inverosímiles demandas de indemnizaciones, siempre que procedan de
                        judíos, tienen, invariablemente, buen fin. Por ejemplo: un judío que intentó enrolarse en el
                        ejército, en 1936, fué rechazado por motivos raciales. Los alemanes no querían judíos en su
                        ejército. Ese judío, ahora sexagenario, reside en Israel, y, aparte de una pensión como ex-
                        internado en Auschwitz (¡otro superviviente!), cobra una «compensación» de 187 dólares
                        mensuales del Gobierno de Bonn. Este caso nos ha parecido curiosisimo. ¿A titulo de que
                        percibe una «compensación» ese judío? ¿Para compensarle de no haberle permitidolos
                        nazis ingresar en la Wehrmacht y ser un buen soldado, en cuyo caso pudiera haber sucedido
                        que un disparo suyo alcanzara a uno de los escasos judíos que estaban en primera línea? ¿O
                        tal vez para compensarle de que no le hubiera permitido ser un mal soldado, tal vez un
                        saboteador? Sería, ciertamente, instructivo, saber por que se queja – y para calmarse percibe
                        una pensión, al cabo de más de cuarenta años – este israelita. ¿O tal vez hay que llamarle
                        alemán? ¿O judeo-alemán? ¿O alemán de religión judía?
                              Claro que – como. la perfección, ya se sabe, no es de este mundo – a veces suceden
                        accidentes. Por ejemplo, el profesor Hans Deutsch, un abogado judío, obtuvo ochenta y.
                        cinco millones de marcos, en concepto de indemnizaciones, del Gobierno de Bonn, para
                        varios clientes correlegionarios suyos. Luego, sintiéndose cada vez más seguro de si
                        mismo, reclamó treinta y cinco millones de marcos que era el valor que él atribuía a la
                        colección de objetos artisticos Havatny, que, según él, había sido robada por los Nazis. A
                        causa de una serie de contradicciones entre los testigos del cargo, pudo probarse que los
                        Nazis no eran quienes habían robado esa colección, y el Profesor Deutsch fué condenado a
                        dieciocho meses de cárcel. Por tonto. No por estafador. Porque si hubiera sido listo, y en
                        vez de tomar sus deseos por realidades, no hubiera dado por supuesto que los ladrones eran
                        necesariamente Nazis y hubiera investigado, habría descubierto que el «rackett» de las obras

                        1   «Das Parlament», Bonn, 4-XI-1972.
                        2   «U.S. News and Wold. Report», XII-1964.
                        3   «U.S. News & Wold Report, Enero 1965.

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