Page 121 - Mitos de los 6 millones
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ni el estado de Israel lo han hecho así. Muy al contrario, a todo aquel que ha intentado
                        estudiar el problema seriamente lo han boycoteado, moral o materialmente. Esto
                        constituye, a nuestro juicio, una prueba moral de que la cifra de los Seis Millónes es una
                        estafa.
                              7) No hay ni una sóla prueba material del Genocidio. Hemos demostrado que la
                        cifra de Seis Millones de gaseados es demográfica y materialmente imposible, así como
                        técnicamente irrealizable. El modus operandi descríto por los autores del Mito es farragoso,
                        innecesaria y ridículamente complicado y de un costoso prohibitivo en tiempo de guerra.
                        Los testimonio aducidos (Höttl, Höss, Eichmann, Gerstein) son inválidos: a) por haber
                        sido, según es público y notorio, obtenidos bajo coacción. b) por no haber sido posible
                        someterlos a contrainterrogatorio de la defensa, lo cual los descalifica automáticamente.
                              8) Son los acusadores los que tienen la obligación de presentar la prueba de que los
                        Nazis gasearon a Seis Millones de judíos, y no los acusados Nazis. El fardo de la prueba
                        recae, en todos los países civilizados, en el acusador, y no en el acusado. Demostrar una
                        verdadera culpabilidad es mucho más fácil que demostrar una verdadera inocencia. ¿Cómo va
                        a poder demostrar, el hombre más honrado del mundo, que nunca robó nada a nadie? Es el
                        acusador quien tiene que demostrar sus cargos. Por tal motivo, los juicios contra antiguos
                        SS, guardianes de campos de concentración, a los que se declara a priori miembros de
                        organizaciones criminales y deben demostrar su inocencia sobre hechos que se suponen
                        acaecidos hace treinta y cinco años, no son más que linchamientos legales.
                              9) Lademostración obvia de que la cifra de Seis Millones no tiene ningún
                        fundamento nos la da el hecho de que los propios historiadores, escritores, publicistas y
                        políticos judíos, sionista o no, presentan discrepancias verdaderamente ridículas en sus
                        cálculos. Tras hacer firmar al desgraciado Gerstein (suponiendo que existiera) que los Nazis
                        asesinaron a 45 millones de judíos, y luego, dos meses más tarde, reducir la cifra a 25
                        millones, para dejarla en «20 millones y pico» (sic) se descendió gradualmente a once
                        millones, luego a ocho millones y finalmente se estabilizó la cuenta en la cifra de Seis
                        Millones. Esta cifra perduró casi veinticinco años, en realidad aún perdura, pero coexiste
                        con nuevas cifras. Por ejemplo, el Fiscal del Proceso Eichmann citó la cifra de 5.700.000,
                        pero el Juez en sus conclusiones rehusó complicarse la vida con cifras y habló de «varios
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                        millones de inocentes judios».  William Shirer el buda de los historiadores judíos, asegura
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                        que los Nazis asesinaron a cuatro millones de judíos.  Josef G. Burg deja la cifra en
                        3.323.000 y aún se cubre con la frase de que «a tal cifra se llega tomando como ciertas las
                        cifras de los más desenfrenados cultivadores de esa Mentira» (el supuesto Genocidio). El
                        Padre Daniel Rufeisen corrige ligeramente las cifras de Burg y cifra el número total de
                        judíos muertos en el transcurso de la contienda – por todos conceptos, incluyendo las
                        causas naturales – en unos tres millones, como máximo. Aldo Dami – medio judío y
                        casado con una judía – da la cifra de medio millón, también como máximo.  Y el doctor
                        Listojewski, un judío californiano, tras estudiar durante dos años el problema, afirma que el
                        número máximo de judíos que perecieron durante el periodo hitleriano osciló entre 350.000
                        y 500.000 y remacha «Si nosotros, los judios, aseveramos que fueron Seis Millones, es
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                        una gran mentira.  Finalmente, el judío americano, Doctor Freedman, como ya hemos
                        visto, cree que la cifra de bajas judías no excedió de las 300.000 mientras niega en redondo
                        la Mitología del Holocausto.


                        1   En toda la Historia del Derecho, esta fué la primera vez que un acusado fué declarado culpable de un
                        número indeterminado de crímenes. Incluso en los procesos contra las «brujas» en la Baja Edad Media
                        se debía especificar, obligatoriamente, cantidad y calidad de los delitos imputados. Normalmente, el
                        Juez del Proceso de Jerusalén debiera haber sido revocado, y el juicio anulado y repetido con otro juez,
                        que se ajustara a derecho (N. del A.)
                        2   William Shirer: «Rise and Fall of the III Reich».
                        3   Publicado en la Revista «The Broom», de San Diego, California,el 11 de mayo de 1952.

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