Page 50 - Mitos de los 6 millones
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lenguaje en clave en las altas esferas del Gobierno, con objeto de matener el secreto, se va.
                        en cambio. a permitir que se conozca en los escalones inferiores del mando?... ¿O es que en
                        tales escalones también se usaba un lenguaje cifrado? ¿Cuando Hitler ordenaba a Himmler
                        que matara a varios millones de judíos utilizaba circunlocuciones y metáforas para
                        disimular. Dios sabe ante quién, mientras que el Sargento SS Schmidt le ordenaba
                        crudamente al abo SS Müller que preparara las parrillas de Auschwitz para asar a unos
                        cuantos miles de judíos? ¿No es absurdo suponer que las precauciones llevadas a extremos
                        sibariticos se observaran solo en las altas esferas del mando mientras en los escalones mas
                        bajos. es decir, los mas vulnerables y, logicamente de menor confianza, no se observaran? .
                        Y. si se observaban, ¿no nos hallamos ante el caso, único en la historia, de un «lenguaje
                        cifrado», utilizado por cientos de miles de guardianes. carceleros y funcionarios, lenguaje
                        cuyo código fueron incapaces de descifrar los servicios secretos de tres docenas de paises
                        contendientes? Oscar Wilde ha dicho que un secreto entre dos es un secreto a voces y un
                        secreto entre tres un anuncio en una gaceta. Sabido es que el pueblo alemán tiene fama de
                        discreto, pero una tal discreción en ese asunto del «lenguaje cifrado» parece. en verdad, un
                        suceso mágico; casi tan mágico como el de las trompetas de Jericó o el Maná en el
                        Desierto.
                              Por mucho que quieran torturarse los textos, subvirtiendo el significado de las
                        palabras. la politica oficial del III Reich en relacion con los judios fué de «desenraizarlos»
                        (Ausrottung) de Europa, favoreciendo su emigracion a Magadascar. Cuando el desarrollo de
                        la guerra hizo practicamente imposible esa solucion. se adopto. transitoriamente, la de
                        deportarlos al Este de Europa, a Polonia y a Rusia Blanca. Esa era la «Endlösung»,
                        la famosa «Solución Final» .
                              Naturalmente, «Endlösung» se ha traducido por «matanza colectiva», siguiendo en
                        la linea del lenguaje cifrado, tan cara a los cultivadores de la exotica planta del fraude
                        concentracionario. Naturalmente, se arguirá que, además del lenguaje cifrado utilizado por
                        los jerarcas nazis cuando se referian al presente tema, existe la evidencia legal proporcionada
                        por numerosos testimonios alemanes.
                              Ahora bien: examinemos objetivamente tal «evidencia legal». Un escritor de tan
                        elevada categoría – entre los mantenedores del fraude – como León Poliakov se ve forzado a
                        admitir:

                                       «Las tres o cuatro personas relacionadas con el esquema general del plan para la
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                                 exterrninacion total de los judíos han muerto. y no queda ningun documento»
                              No obstante, los muchísimos documentos que. de hecho. quedan, no hablan para
                        nada de los planerde exterminacion. Entonces. Poliakov, Manvell, Frankl, Reitlinger,
                        Kogon y un largo etcetera de autores judios - por cierto rarisimo que todos sean judíos
                        aluden al ya mencionado lenguaje cifrado y, cuando conviene, a las órdenes verbales.
                        Fantastico, también, eso de las «órdenes verbales», no ya en un estadodisciplinado y
                        superorganizado. sino en cualquier estado moderno. Un buen dia, el Führer, en un acceso de
                        colera, llama a Goering y le dice que diga a Heydrich, que éste diga a su inmediato inferior
                        que, en cascada, se vaya diciendo a las personas a quien pudiera interesar, que monten unas
                        parrillas en Auschwitz, y unas cámaras de gas enPolonia – precisamente, en Polonia – con
                        objeto de que el cabo Müller (de las SS), proceda a exterminar, con su pelotón de soldados,
                        a determinado número de judíos.
                              Manveil y Frankl son, en este asunto, sencillamente deliciosos. Afirman que «la
                        política de genocidio parece haberse decidido después de unas reuniones secretas entre Hitler
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                        y Himmler.»  William Shirer, un autor judio que escribio el conocidísimo libro «Ascenso
                        y Caída del III Reich» guarda, también, sorprendentemente mutismo en relación con las
                        1   Léon Poliakov: «Le Troisième Reich et les Juifs».
                        2   Manvell & Frankl, id.

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