Page 191 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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Cámara de la Economía nacional por su subdirector general, cooperando así en los
trabajos de esta.
En la lucha contra el paro forzoso y en el empleo de materias primas nacionales, la
colaboración de los ferrocarriles del Estado es de gran importancia; hasta ahora han
ejecutado las órdenes más importantes del Reich y se les ha concedido el 60 % de la
actividad comercial de Estado, calculándose desde 1933 en unos 6.000 millones de
marcos. Los ferrocarriles del Reich trabajan desde hace largo tiempo, científica y
prácticamente, en la investigación de las posibilidades de disminuir el consumo de
materias primas extranjeras. Además, se proponen contribuir a la realización del
segundo Plan cuadrienal adaptándose al consumo de metales, tejidos y combustibles de
producción alemana y, mediante una reforma adecuada de las tarifas de transporte, para
compensar los gastos tan elevados en la obtención de las materias primas nacionales.
Los ferrocarriles del Estado, en su calidad de empresa de carácter nacional al servicio de
la nación, no reconocen más que un fin: la renuncia plena de ganancias y el equilibrio
de sus ingresos y gastos. A partir de 1933 fue posible cubrir en su totalidad las cargas
anuales de los ferrocarriles: deudas, reservas, etc., e incluso reembolsar ciertos créditos
pendientes que se vieron obligados a tomar en los años difíciles.
Por la competencia de los otros medios de transporte, sobre todo los vehículos de motor,
ha surgido el problema de la proporción entre ferrocarril y automóvil.
La incorporación de la nueva obra de las autopistas del Reich en la organización de los
ferrocarriles del Estado fue ya de significado simbólico. Los ferrocarriles, como agentes
principales del tráfico público, tenían que esforzarse, en esta rivalidad entre el riel y la
ruta automovilística, en ajustar sus servicios a la importancia que sigue teniendo, tanto
desde el punto de vista del Estado como el de la Economía nacional, pero al mismo
tiempo, como organismo oficial, los Ferrocarriles del Estado tenían que tender a utilizar
el automóvil, en proporción cada vez mayor, para mejorar y ampliar el servicio público
de transportes. En efecto se han puesto en circulación 2.000 camiones automóviles y
700 remolques, con lo cual se han incorporado más de 6.000 poblaciones a la red de
transportes públicos.
En interés del bienestar general y mediante un equilibrio de gastos e ingresos y una
solución equitativa del problema de la competencia, los Ferrocarriles del Estado
mantendrán en su estado actual el régimen general de tarifas de transporte. La tarifa
normal para personas es de 0,04 RM. por kilómetro en 3.ª clase; la dirección de la
empresa estima que es demasiado elevada y trata de reducirla; sin embargo, la situación
financiera y las necesidades del Gobierno no lo permiten, por el momento, debiendo
limitarse a la concesión de ciertas facilidades en algunas tarifas especiales. Los motivos
que han inducido a esta acción son de carácter social, cultural y demográfico dentro de
la política general de reconstrucción nacional.
Los ferrocarriles del Reich se empeñan con toda energía en poner sus máquinas a la
altura con las innovaciones que exigen los progresos de la técnica, Continuamente se
perfeccionan las locomotoras de vapor; la locomotora de líneas aerodinámicas más
reciente ha obtenido en los viajes de pruebas una velocidad de más de 200 Km. por
hora, arrastrando un tren con un peso de 300 toneladas.
Al mismo tiempo se está realizando la electrificación de grandes trayectos; por otra
parte, de acuerdo con su rápido desarrollo, motores de explosión han sido puestos al
servicio del tráfico ferroviario; los automotores eléctricos con generadores Diesel se
destinan al servicio rápido y contribuyen a la intensificación del servicio; los
automotores más modernos de tres compartimentos, han alcanzado una velocidad de
205 Km. por hora.
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