Page 55 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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Las maniobras militares previstas para el 7 de mayo fueron suspendidas a causa del mal
                  tiempo. En su lugar el Führer se dedicó a visitar monumentos artísticos y otras cosas
                  dignas de  verse  (Exposición  Augusto,  Museo del  Capitolio,  Castillo  de Sant’Angelo,
                  Panteón, Museo de las Termas y Galería Borghese). Por la noche el Duce dio en honor
                  del Führer una recepción en el Palacio de Venecia, durante la cual se pronunciaron los
                  discursos siguientes:
                  Discurso del Duce:
                  “Führer: con la más cordial alegría os expreso mi saludo de bienvenida, el del Gobierno
                  y el del pueblo italiano en esta ciudad de Roma que hoy os recibe bajo el brillo de la
                  doble gloria de sus tradiciones y de su fuerza. Vuestro recibimiento en Roma completa
                  y  confirma  la  armonía  entre  nuestros  dos  países.  Esta  armonía,  que  nosotros  hemos
                  pretendido con voluntad firme y que hemos construido con tenacidad, tiene sus raíces
                  en vuestra revolución y en la nuestra; su fuerza emana de la comunidad ideológica que
                  une a nuestros pueblos; su misión histórica está en los intereses permanentes de nuestras
                  dos  naciones:  Cien  años  de  historia  -desde  que  Alemania  e  Italia  se  alzaron  para
                  conquistar  con  la  revolución  y  con  las  armas  su  derecho  a  la  unidad  nacional-
                  demuestran  el  paralelismo  de  esta  posición  fundamental  y  la  solidaridad  de  estos
                  intereses. Con la misma fe y con la misma voluntad han luchado Alemania e Italia para
                  fundar su unidad; ambas han trabajado para asegurarla y consolidarla, ambas también se
                  han liberado, en el último tiempo, de la corrupción de ideologías destructoras para crear
                  el nuevo régimen del pueblo que es el signo característico de este siglo. Por este camino
                  señalado por la Historia marchan nuestros pueblos unidos, con propósitos leales y con
                  plenitud de  confianza  de que  han  resistido  ya a  la prueba en  los  acontecimientos de
                  estos años de paz y de armonía entre ambas naciones. En la amistad, la Italia fascista no
                  conoce más que una sola ley ética: aquella que en el Campo de Mayo expuse ante el
                  pueblo alemán. La colaboración entre la Alemania nacionalsocialista y la Italia fascista
                  ha obedecido a esta ley, la obedece en el presente y la obedecerá en el porvenir. Las
                  bases y las finalidades de esta colaboración, que han sido consagradas por el eje Roma-
                  Berlín, las hemos reforzado constante y abiertamente. Alemania e Italia han dejado tras
                  sí las utopías a las cuales Europa en su ceguera ha confiado su suerte para buscar entre
                  sí y con los demás un régimen de vida internacional y común que esté en condiciones de
                  proporcionar, de la misma manera y para todos, los medios eficaces de seguridad, de
                  justicia y de paz. Esto sólo se puede conseguir si se reconocen lealmente los elementales
                  derechos de cada pueblo a la vida, al trabajo y a la defensa y si el equilibrio político
                  descansa sobre la realidad de las fuerzas históricas que lo fundamentan y determinan.
                  Estamos convencidos de que los pueblos de Europa encontrarán por estas vías aquella
                  tranquilidad y aquella paz que son imprescindibles para guardar las bases esenciales de
                  la cultura europea.
                  Führer: Ante mis ojos está todavía presente el magnífico cuadro de trabajo, paz y fuerza
                  que vuestro país me ofreció el año pasado, reconstruido por V.E. sobre bases de virtud,
                  disciplina, energía y tenacidad que hacen la grandeza de los pueblos. No he olvidado ni
                  olvidaré el recibimiento que se me hizo por V.E., por las autoridades y por el pueblo.
                  Expreso mis más ardientes deseos y los del Imperio fascista por que se cumpla la magna
                  obra de reconstrucción nacional emprendida por V.E.
                  Führer:  Alzo  mi  copa  por  vuestra  salud  y  brindo  por  la  prosperidad  de  la  nación
                  alemana y por la inalterable amistad ante nuestros  pueblos.”

                  Contestación del Führer:
                  “Duce: Profundamente conmovido os agradezco las palabras de salutación que salidas
                  del  corazón  me  ha  dirigido  V.E.  en  nombre  del  gobierno  y  del  pueblo  italiano.  Me



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