Page 162 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
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GRECIA  CLÁSICA  Y  MUNDO  MODERNO


      su  ostracismo,  vivió  en  Samos  y  que  cuando  murió  metieron  su
      cadáver  en  un  saco  y  lo  arrojaron  al  m arI0.

         Fragmento  105  (103  H).  De  otro  general  nos  dice:
         “ Cabrias,  el  general,  no  podía  vivir  en  la  ciudad,  de  un  lado,
      por  el  libertinaje  y  prodigalidad  de  su  vida  y,  de  otro,  por  los  ate­
      nienses,  que  son  ásperos  con  todos  los  hombres  públicos.  Por  consi­
      guiente,  sus  hombres  ilustres  han  preferido  terminar  sus  días  en  el
      extranjero,  Ifícrates  en  Tracia,  Conón  en  Chipre,  Timoteo  en  Lesbos,
      Cares  en  Sigeo  y  el  propio  Cabrias  en  Egipto.”

         Lleva  a  mal  el  heroico  papel  desempeñado  por Atenas   en  la
      época  de  las  guerras  médicas  y  en  los  cincuenta  años que les  suce­
      dieron,  Habla 11  de  ciertos  pretendidos  tratados  y  de  la  historia  de
      Maratón  “ y  de  todas  las  demás  imposturas  y  añagazas  practicadas  por
      los  atenienses  contra  Grecia” .  Y   poseemos  un  curioso  fragmento  que
      tiene  traza  de  enojada  réplica  a   alguno que  pretendía  que  Atenas
      estaba  llena  de  filósofos,  sabios  y   poetas:

         Fragmento  281  (267  H).  “ Atenas  está  llena  de  aduladores  de
      Dioniso  y  de  marineros  y  salteadores  de  caminos,  así  como  de  testi­
      gos  falsos  profesionales  y  de  delatores  y  acusadores.”
         No  sé  de  seguro  a  quién  se  refiere  con  el  término Διονυσοκο’λακες,
      Si  fuera  Διονοσιοκολακες, la  cosa  estaría  clara.  Muchos  de  Atenas,  Pla­
      tón  inclusive,  estaban  expuestos  a  la  acusación  de  ser  “ aduladores  de
      Dionisio” ,  el  tirano  de  Siracusa;  pero   los  aduladores de  Dioniso
      parece  que  son  simplemente  los   actores de teatro,  llamados  por  lo
      común  “ artesanos  de  Dioniso” .

         En  cambio,  hay  algún  que  otro  pasaje  relativo  a  Atenas  que  pone
      de  manifiesto  que,  en  ocasiones,  Teopompo  era  capaz  de  demostrar
      simpatía  incluso  por  aquella  ciudad  descarriada.  Hace  notar  con  indig­
      nación 12  que,  después  de  Queronea,  cuando  los  embajadores  atenien­
      ses  se  personaron,  con  dignas  muestras  de  dolor,  en  el  campamento
      de  Filipo,  éste  se  les  echó  encima  medio  borracho  y  promoviendo

         10  Fr.  96  (98b  H).
         u   Fr.  153  (148  H).
         12  Fr.  236  (228  H).
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