Page 165 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
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TEOPOMPO
no comprendían la decencia ni la moderación en el modo de vivir.
Vivían siempre saqueando, siempre despilfarrando. El propio Filipo
era causa de esto, ya que en su vida de soldado nunca tuvo tiempo
de pensar en economizar, sino que estaba acostumbrado a excesos
desatentados de rapacidad y derroche. Y sus compañeros eran hom
bres expresamente elegidos en toda Grecia, no por sus buenas cuali
dades, sino por todo lo contrario. Todo aquel que se hubiera ganado
notoriedad por pasiones desenfrenadas, por falta de escrúpulos, por
desvergüenza, huía a Macedonia y se hacía amigo de Filipo."
Se hace una descripción de sil disoluto modo de vivir. Entre ellos
había entablada una especie de competencia en falta de honradez
y trapacería, pues despreciaban los anticuados principios de sobriedad,
orden y buena fe, y les gustaba jactarse de sus proezas en la bebida,
de las cantidades que habían robado o de las mentiras que habían
dicho y de las trampas que habían tendido. En total no sumaban
más de 800; no obstante, poseían tanta tierra como los 10.000 hom
bres más ricos de Grecia, y no cesaban de apoderarse de más. "La
historia no ha conocido nunca tales fieras. La naturaleza los había
destinado a asesinos, pero sus costumbres los entregaron en brazos
de la prostitución.”
¡ Ése es, al parecer, el camino del éxito, de la fama y de un
vasto imperio ! Ésa es la clase de hombres que gana los más brillantes
premios de este mundo. En lo que se llamó su Encomio de Filipo
llegaba a decir que si éste continuaba como había empezado, acaba
ría por ser Rey de Europa ls. ¿No encierra una peregrina amargura
llamar Philippica a toda la historia de la época? A los ojos de Teo
pompo todo estaba emponzoñado por el mismo veneno.
Este catálogo de villanías va resultando tedioso; pero después de
todo tiene su explicación, su clave. Para un buen cínico o un buen
estoico, sólo importaba una cosa ; la Virtud ! y la señal más segura de
virtud era la templanza, la sencillez en el vivir y el desprecio por
todos los placeres corporales y por las vanidades del mundo. Al
estudiar a cualquier político o soldado, lo primero que hace Teo
pompo es preguntar por su vida privada, porque, en fin de cuentas
— dirá— ésa es su verdadera personalidad, por eso es por lo que
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