Page 31 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
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PROLEGÓMENOS  A  LA  LITERATURA  GRIEGA      35

     refiriendo  narraciones,  recitando  o  cantando  versos,  o  bien  en  pinturas
     de  vasos,  en  bajorrelieves  y  en  frisos.  Cuando  las  damas  del  cortejo
     de  Creúsa  ven  los  frisos  del  templo  de  Delfos,  inmediatamente  reco­
     nocen  a  Heracles.  Pero  ¿ quién  es  el  que  está  con  él?  Pues  debe  de
     ser  “ aquel  cuyas  hazañas  se  relatan  junto  a  mi  telar,  Iolao” 2,  Se
     pasaban  los  días  ante  el  telar,  entretejiendo  fábulas  o  a  veces  escu­
     chando  un  relato  de  algún  narrador  muy  hábil,  todo  lo  cual  les  hacía
     conocer  extensamente  los  logoi  del  momento,  Por  ejemplo,  podían
     decir  que  “ en  todos  los  logoi  y  las  charlas  del  telar”  jamás  habían
     oído  que  acabara  bien  el  amor  entre  una  mujer  mortal  y  un  dios3.
     Se  dirá  que  se  trataba  de  mujeres,  y  sin  instrucción.  Pero  hasta  el
     culto  Jenofonte,  al  citar  la  famosa  “ elección  de  Heracles”  en  Pródico 4,
     no  tiene  texto  a  que  hacer  referencia,  y  dice  que  no  es  capaz  de
     emular  la  elocuencia  con  que  Pródico  refería  el  relato.  Herodoto  fue
     eminentemente  un  λο'γιος  άνήρ,  u  hombre  de  logoi,  y  mucho  se  ha
     discutido  sobre  sus  fuentes.  Hace  abundantes  referencias  a  Homero
     y  a  otros  poetas,  cuyas  palabras  estaban  viva  per  ora  virum,  a  monu­
     mentos,  a  obras  erigidas  para  conmemorar  guerras  y  a  templos,  a  lo
     que  “ decían”  los  espartanos,  los  cartagineses,  etc.,  o  a  lo  que  le  habían
     “ referido”  determinadas  personas,  pero  sólo  menciona  un  “ libro” ·.
     el  de  Hecateo.  Y   es  que  un  libro  aún  era  un  objeto  raro.
        No  haber  caído  en  todo  esto  ha  sido  a  menudo  causa  de  errores
     de  interpretación  de  pasajes  como  el  de  Las  nubes  (534  ss.),  en  que
     Aristófanes  dice  que  su  comedia  “ como  Electra  en  el  relato,  recono­
     cerá  el  cabello  de  su  hermano” .  El  lector  moderno  está  predispuesto
     a  tomar  esta  frase  como  referencia  inequívoca  a  la  escena  del  reco­
     nocimiento  en  Las  coéforas,  pero  eso  sería  olvidar  que  por  las  fechas
     en  que  se  compusieron  Las  nubes,  423  a.  J.  C,,  Las  coéforas  tenían
     ya  treinta  años,  por  lo  que  no  era  probable  que  de  la  obra  se  acor­
     dase  más  que  un  número  muy  reducido  de  espectadores.  Se  trata
     realmente  de  una  referencia  al  logos,  al  viejo  y  famoso  logos  sobre
     Orestes  que  “ se  contaba  junto  al  telar”  y  que  todo  el  mundo  sabía,
     aunque  variase  en  los  detalles  según  los  poetas  que  lo  cantaran.  Es
     claro  que  formaba  ya  parte  de  la  tradición  en  la  época  en  que  Eurí­


       2  Ion,  197;  Ifig,  en  Áulide,  788.
       3  Ion,  506.
       4  Mem.,  II,  1,  21.
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