Page 89 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
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PROLEGÓMENOS A LA FILOSOFÍA ANTIGUA
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y tiranos se disputaban cuantiosos botines, aunque de vez en cuando
naciera de la confusión algún gobierno bastante bueno y. fuerte.
La filosofía se disgregó en tres tendencias principales. Los estoicos,
con la mente puesta en el deber y consagradas la voluntad y la ener
gía a cumplir los fines de Dios, se lanzaron a la tarea de gobernar
de un modo muy parecido a como el mejor tipo de funcionario indio
se consagró a la tarea de procurarle buen gobierno a su país. Uno
de los libros de más interés que han llegado hasta nosotros son las
Meditaciones de Marco Aurelio, que en privado era un santo estoico,
pero oficialmente fue un emperador romano, y muy eficiente, aunque
abrumado de trabajo y de preocupaciones. Pero vale la pena recordar
que el otro libro de devoción o de meditación que los estoicos nos
han legado fue obra de un esclavo cojo, Epicteto. El estoicismo toca
ba, en efecto, los dos extremos.
En contraste con el estoicismo, la escuela epicúrea se abstuvo en
general de ocupar cargos y de intervenir en la vida pública. La
ambición hace crueles a los hombres! el Estado — decían— es prin
cipalmente una organización para castigar, encarcelar, matar y hacer
la guerra. Hace desdichados a los hombres y, cuanto más fuerte es,
a más hombres hace desdichados. Por tanto, más vale evitarlo. Mo
derad vuestros deseos, desterrad el temor, vivid con sencillez, amad
a vuestros amigos y compañeros y, si es posible, al morir mandad que
escriban sobre vuestra sepultura : Neminem tristem fecit, “A nadie
dio dolor” . En cierto sentido, los epicúreos fueron los tolstoyanos de
la antigüedad,
Pero la corriente principal de la época helenística se apartó de la
filosofía para encauzarse hacia la superstición. El hombre corriente
no estaba para que le importunaran con cuestiones de ética o de
ciencia. En un caos social en que todas las vigencias materiales y
morales eran inestables y los gobiernos se derrumbaban, quería salvar
el patrimonio o cuando menos la vida o, si tampoco era posible, al
menos el alma. El ocaso de la civilización fue acompañado por un
enorme aumento de la superstición. Se produjo una inundación de
nuevas religiones tomadas de los bárbaros. Platón había enseñado que
el alma es inmortal, pero después la gente sólo podía entender esto
como una άνάστασις των νεκρών, una “ resurrección de los muertos” .
Heráclito había enseñado a los hombres a buscar el λο'γος de Dios.
Filón personificó metafóricamente el Λο'γος, con lo que la gente lo