Page 93 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
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LA  “ TRADICIÓN”   DE  LA  LITERATURA  GRIEGA  97


     Imagínese  cómo  se  triplicarían  todos  nuestros  conocimientos  en  el
     caso  de  que  Sir  Arthur  Evans  nos  hubiera  desenterrado  algún  frag­
     mento  de  la  obra   de  un  historiador  minoico.
        Por  lo  común es  la  literatura  la  que  explica  y,  por  consiguiente,
     es  la  literatura  en  gran  parte  la  que  presta  interés.  No  se  trata,  sin
     embargo,  de  una  cuestión  de  literatura  frente  a  arqueología ;  se  trata
     simplemente  de  arte  frente  a  lo  que  no  lo  es.  El  Hermes  de  Praxiteles
     no  espera  que  un  texto  literario  lo  explique  o  lo  ilustre ;  al  contrario,
     él  es  el  que  explica  y  aclara  un  pasaje  de  Pausanias,  que  de  no  ser
     por  él  no  hubiera  presentado  ningún  interés.  Pero,  en  general,  en
     comparación  con  el  ingente  cúmulo  de  testimonios  arqueológicos,  los
     restos  literarios  son  lo  que  llamamos  arte...,  esa  cosa  indefinible  que
     se  propone  excitar  nuestro  interés  y  nuestro  sentido  de  la  belleza.
     Y   esto  me  lleva  a  la  segunda  característica  de  la  tradición  literaria.
        Es  ésta  lo  que  nosotros,  en  nuestra  fraseología, bastante  estúpida,
     llamamos  "ideal”   en  el  carácter;  esto  es,  atiende  al καλο'ν  más  que  al
     άναγκαΐον, a  lo  que  se  aspira  a  hacer  más  que  a  lo  que  se  tiene  que
     hacer,  Claro  está  que  hay  grados.  En  la  poesía  elevada,  como  en  el
     arte  elevado,  τό  καλο'ν  siempre  marca  la  pauta.  Y   lo  mismo  cabe  decir
     de  casi  toda  la  filosofía.  Sean  cuales  fueren  las  conclusiones  históricas
     que  puedan  sacarse  del  Agamenón  o  de  El  Banquete,  está  bien  claro
     que  ni  a  Esquilo  ni  a  Platón  les  preocupaba  principalmente  retratar
     sucesos  de  su  época;  lo  que  les  interesaba  sobre  todo  era  pensar  y
     expresar  los  pensamientos  más  elevados  de  que  fueran  capaces.  En
     cambio,  el  que  hizo  las  inscripciones  en  el  Erecteo  consideró άναγκαΐον
     poner  bien  las  cifras,  y  sólo  se  preocupó  de  xó  καλόν  para  grabar  las
     letras  claramente.
        ¿Qué  decir  de  la  historia?  Según  algunas  concepciones  de  la
     historia,  xó  άναγκαϊον  revestiría  en  ella  una  importancia  absolutamente
     suprema.  "El  cometido  de  la  historia  es  investigar  cómo  ocurrieron
     realmente  las  cosas” ,  reza  la  máxima  de  Ranke ;  pero,  en  realidad,
     no  comprendo  cómo  puede  caber  duda  alguna  de  que  las  obras  de
    todos  los  historiadores  antiguos  — y  las  de  Tucídides  tanto  como  las
    de  cualquier  otro—   son  obras  de  arte. 70  καλο'ν  ejerce  enorme  imperio
    sobre  ellos.  No  tengo  deseo  de  suscitar  la  cuestión  de  si  la  búsqueda
    de  la  belleza  y  la  búsqueda  de  la  verdad  son  inconciliables,  sea  en
    última  instancia,  sea  en  la  práctica  corriente.  Tucídides,  el  más  exacto
    y  científico  de  los  historiadores  antiguos,  probablemente  posee  tam-
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