Page 342 - Orgullo y prejuicio
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Elizabeth se quedó demudada creyendo que la carta en vez de ser de la
tía era del sobrino; y titubeaba entre alegrarse de que Darcy se explicase por
fin, y ofenderse de que no le hubiese dirigido a ella la carta, cuando su
padre continuó:
––Parece que lo adivinas. Las muchachas tenéis una gran intuición para
estos asuntos. Pero creo poder desafiar tu sagacidad retándote a que
descubras el nombre de tu admirador. La carta es de Collins.
––¡De Collins! ¿Y qué tiene él que decir? ––Como era de esperar, algo
muy oportuno. Comienza con la enhorabuena por la próxima boda de mi
hija mayor, de la cual parece haber sido informado por alguno de los
bondadosos y parlanchines Lucas. No te aburriré leyéndote lo que dice
sobre ese punto. Lo referente a ti es lo siguiente:
Después de haberle felicitado a usted de parte de la señora
Collins y mía por tan fausto acontecimiento, permítame añadir una
breve advertencia acerca de otro asunto, del cual hemos tenido
noticia por el mismo conducto. Se supone que su hija Elizabeth no
llevará mucho tiempo el nombre de Bennet en cuanto lo haya
dejado su hermana mayor, y que la pareja que le ha tocado en
suerte puede razonablemente ser considerada como una de nuestras
más ilustres personalidades.
––¿Puedes sospechar, Lizzy, lo que esto significa?
Ese joven posee todo lo que se puede ambicionar en este mundo:
soberbias propiedades, ilustre familia y un extenso patronato. Pero
a pesar de todas esas tentaciones, permítame advertir a mi prima
Elizabeth y a usted mismo los peligros a que pueden exponerse con
una precipitada aceptación de las proposiciones de semejante
caballero, que, como es natural, se inclinarán ustedes considerar
como ventajosas.