Page 66 - Orgullo y prejuicio
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generosidad y beneficencia me ha elegido a mí para hacerme cargo
de la estimada rectoría de su parroquia, donde mi más firme
propósito será servir a Su Señoría con gratitud y respeto, y estar
siempre dispuesto a celebrar los ritos y ceremonias instituidos por
la Iglesia de Inglaterra. Por otra parte, como sacerdote, creo que es
mi deber promover y establecer la bendición de la paz en todas las
familias a las que alcance mi influencia; y basándome en esto
espero que mi presente propósito de buena voluntad sea acogido de
buen grado, y que la circunstancia de que sea yo el heredero de
Longbourn sea olvidada por su parte y no le lleve a rechazar la
rama de olivo que le ofrezco. No puedo sino estar preocupado por
perjudicar a sus agradables hijas, y suplico que se me disculpe por
ello, también quiero dar fe de mi buena disposición para hacer
todas las enmiendas posibles de ahora en adelante. Si no se opone a
recibirme en su casa, espero tener la satisfacción de visitarle a
usted y a su familia, el lunes 18 de noviembre a las cuatro, y puede
que abuse de su hospitalidad hasta el sábado siguiente, cosa que
puedo hacer sin ningún inconveniente, puesto que lady Catherine de
Bourgh no pondrá objeción y ni siquiera desaprobaría que estuviese
ausente fortuitamente el domingo, siempre que hubiese algún otro
sacerdote dispuesto para cumplir con las obligaciones de ese día.
Le envío afectuosos saludos para su esposa e hijas, su amigo que le
desea todo bien,
William Collins.
––Por lo tanto, a las cuatro es posible que aparezca este caballero
conciliador ––dijo el señor Bennet mientras doblaba la carta––. Parece ser
un joven educado y atento; no dudo de que su amistad nos será valiosa,
especialmente si lady Catherine es tan indulgente como para dejarlo venir a
visitarnos.
––Ya ves, parece que tiene sentido eso que dice sobre nuestras hijas. Si
está dispuesto a enmendarse, no seré yo la que lo desanime.