Page 134 - Cómo no escribir una novela
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primero debes crear una voz propia para ese narrador omnisciente que predomine sobre
          todas, no una voz que sea la de cualquiera de tus personajes, ni la de todos. Partiendo
          de esta premisa, puedes ahondar en los pensamientos de tus personajes a voluntad pero,

          para que esto funcione, debes controlar hábilmente esos cambios de voces narrativas.
          Si  simplemente  vas  saltando  de  mente  en  mente  según  te  pille  el  ánimo,  sus  voces
          narrativas serán una jaula de grillos.







                                                                                            La lectura pública

                                                                  Cuando los personajes parecen leer los
                                                                                   pensamientos de los otros


               Betty se quedó mirando a Joe, el hombre con el que decidió pasar el resto

               de su vida. Pero ¿la había escogido él para pasar el resto de su vida por lo
               que podía obtener de su imperio multimillonario de fábricas de cremalleras?
                   Joe la miró con el ceño fruncido.

                   —Te  quiero  Betty,  y  no  es  por  tu  dinero.  Todo  lo  que  yo  quiero  es
               labrarme mi propio futuro, como un hombre.
                   ¡Qué maravilloso era Joe! Ella no sabía cómo convencerlo de que era su

               inteligencia, su perspicacia, su habilidad para abrir y cerrar cremalleras lo
               que la había atraído de él, desde la primera vez que se encontraron en aquel
               congreso  de  fabricantes  de  cremalleras  en  el  2006.  Fue  en  el  Smallville

               Hilton. Aquel congreso al que asistieron miles de fabricantes de cremalleras
               los reunió en un mismo lugar, un lugar donde Joe brillaba.
                   Joe suspiró y se volvió hacia la ventana.

                   —Aquel  congreso  de  fabricantes  de  cremalleras  me  parece  ahora  un
               sueño  muy  lejano  —dijo—.  La  cruda  realidad  es  que  no  soy  lo
               suficientemente hombre para bajarte la cremallera de la falda durante el

               resto de nuestras vidas.



          Cuando un personaje responde al monólogo interior de otro como si éste hubiera estado
          hablando en voz alta, el lector tiene la sensación de que esos personajes están leyendo

          el libro a la vez que él. Éste es un error mayúsculo, pues en ese momento se obliga al
          lector a recordar que la historia que está leyendo no es real.
               Un problema relacionado con éste se da cuando un personaje parece conocer con
          todo detalle la vida de otro, lo que está ocurriendo en otra ciudad y es un experto en
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