Page 137 - Cómo no escribir una novela
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Aquí el autor nos oculta lo que piensa un personaje para mantener el suspense. Pero
como durante un tiempo hemos sabido sin ningún problema lo que le pasa a ese
personaje por la cabeza, que ahora, bruscamente, nos veamos privados de sus ideas nos
parece poco natural. Ocultar cierta información importante una vez que la escena está
en marcha provoca al lector un sentimiento de frustración parecido al de estar leyendo
un documento censurado, en el que está tachado en negro justo lo que él más desea
saber.
Una solución drástica es no escribir escenas donde los personajes tengan que decir
ciertas frases o escenas donde reflexionan sobre cosas que no quieres que el lector
sepa.
Vidas marginales:
Puntos de vista que hay que evitar
El testigo ocasional
En la medida de lo posible no deben emplearse personajes que hagan el
trabajo de una cámara de seguridad. Nos referimos a esos personajes
fugaces que añaden su voz narrativa a la historia porque han sido testigos
de un hecho que el autor desea mostrar. A veces este recurso puede
funcionar, particularmente en historias que ya presentan varios puntos de
vista. En las novelas que sólo adoptan el punto de vista de uno o dos
personajes esto es desconcertante y más dañino que beneficioso.
El sabio Salomón
Los autores que intentan escribir desde el punto de vista de un personaje
que es más inteligente que ellos deberían plantearse si eso es una buena
idea antes de ponerse manos a la obra. Nosotros creemos que acostumbra
a ser una mala idea escribir desde el punto de vista de un personaje que es
como Dios en persona, todo perfección. De la misma forma, escribir desde
el punto de vista de un yogui o un místico que han visto la luz y lo saben
todo puede recordar a un programa de radio de consultas psicológicas.
El rey Lear visto por su capa
Escribir desde el punto de vista de una cuchara, desde la visión del mundo
de un mosquito o de la lira de Nerón por lo común es desaconsejable. En