Page 171 - Cómo no escribir una novela
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EL TEMA
Gregor Samsa se despertó una mañana y se encontró con que se había convertido en
un sex symbol
La obertura
Cuando el prólogo es una breve guía del
sentido de la vida
Prólogo
La vida no es más que destino. El mundo es uno. Y muchos. Nadie puede
decirnos cuándo se acabará nuestro mundo o ni siquiera si tendrá un final,
un principio o un en medio. Sólo podemos dejarnos llevar por la corriente y
por la esperanza que representan los niños.
Ha nacido un hombre. Se arrastra por la vida con sus metafóricas manos
y de rodillas, buscando, siempre buscando. Buscando. Sólo para morir con
esa pregunta en sus labios: ¿Qué estoy buscando?
Desde los remotos tiempos en los que la Tierra se formó de los restos de
la Gran Explosión Cósmica que originó lo que llamamos nuestro universo,
generaciones de humanos se han alzado y conseguido arañar la superficie,
todos luchando para ser ellos mismos sin saber si eran seres o simples
payasos o sueños del espacio y del tiempo. ¿Logrará alguna vez
desentrañar ese caos que es la eternidad el láser de la conciencia? Sólo
nosotros tenemos la respuesta. Si es que la tenemos.
Pero como dijo Nietstzche: «Cada cosa tiene su momento». Y así
llegamos al momento de Harry Carruthers, vendedor de seguros, padre,
amante y buscador, siempre a la búsqueda.
Estás escribiendo una historia sobre un hombre que engaña a su mujer con la canguro y
que acaba perdiendo su matrimonio, sus hijos, su casa y la canguro. Pero tu libro en el
fondo no trata sobre él, trata sobre todos nosotros. De hecho tu libro trata sobre la