Page 87 - Cómo no escribir una novela
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Si piensas que limitarte a las palabras que conoces te deja con un vocabulario
demasiado pequeño para tus propósitos, debes saber que la solución no es fácil. El
único remedio es dedicarte a leer más libros y de una temática más amplia. Puedes
haber caído en la costumbre de leer únicamente a tus autores favoritos o leer sólo
novelas de determinado género, o subgénero. Ampliando tus lecturas, ampliarás el
número de palabras cuyo significado conocerás, de forma que inevitable, pero
lentamente, tu vocabulario se hará más rico.
La mismicidad autoconsciente
Cuando el autor alardea de su intelecto
Haciendo un alto en su deambular por la verdura, el eutrapélico dúo vio a un
can bimembre (esto es, dos Fidos, uno sobre otro) siguiendo el asincopado
ritmo de un congreso venéreo entre los rododendros. La cadencia de la
cinética amorosa casi mesmerizó a don Gerundio y doña Gerundia.
—Los ritos de la primavera —sentenció el Homo Sapiens en primer
lugar (porque, en un periquete, fue consciente de que esas especies no eran
como la suya, que gracias a su propia mismicidad autoconsciente de su yo,
típica de los bípedos desarrollados, se díferenciaba de la desembarazada
inconsciencia de los canes)—. Como diría Stravinsky, un jeu d’esprit.
—¡Que sulibeyante! —exclamó sin embozo y con cierto sonsonete muy
puesto en compás la homínida que lo flanqueaba.
La atención viril de su galán recayó entonces, relajada como estaba, en
el espectáculo de sus leves pero bien torneados atractivos mamarios. Paso
previo a que el Homo Sapiens manifestara su alborozo igualito que un perro.
Algunos escritores no sólo se sienten atraídos por las palabras enrevesadas sino que
además les gusta hacer juegos de palabras con ellas. Para estos escritores, ninguna
frase es demasiado barroca, ninguna figura literaria es demasiado oscura.
Nigel Tufnel, en This Is Spinal Tap, ya dijo de forma memorable que la línea que
separa la inteligencia de la estupidez es muy fina. Cuanto más te esfuerces en mostrarte
inteligente, más posibilidades hay de que, llevado por la emoción, no te des cuenta de
que has cruzado esa raya.
Algunos escritores especialmente dotados escriben a veces con una prosa muy
barroca para causar mejores efectos, pero incluso entre los autores de más éxito, la