Page 109 - El retrato de Dorian Gray (Edición sin censura)
P. 109
Polonia, estaba hecho de brocado de oro de Esmirna bordado con versos del
Corán con turquesas incrustadas. Sus soportes eran de plata dorada
hermosamente engastada y estaban ricamente embellecidos con medallones
esmaltados y piedras preciosas. Había sido tomado del campamento turco
frente a Viena, y el estandarte de Mahoma había permanecido en él.
Y así, durante todo un año, se propuso acumular los más exquisitos
especímenes de telas y bordados que pudo encontrar, y consiguió las
delicadas muselinas de Delhi, hermosamente labradas con palmas de hilo de
oro y cosidas con alas de escarabajos iridiscentes; las gasas de Agra, que por
su transparencia se conocen en Oriente como «aire tejido», «agua que fluye»
y «rocío de la tarde»; telas con figuras extrañas de Java; refinadas colgaduras
amarillas chinas; libros encuadernados en dorado satén o hermosas sedas
azules con fleurs de lys estampadas, pájaros y figuras; velos de lacis tejidos
con punto húngaro; brocados sicilianos y resistentes terciopelos españoles;
piezas georgianas con sus monedas de oro, y foukousas de Japón con sus oros
verdosos y pájaros de maravilloso plumaje.
Sentía una especial pasión, asimismo, por las vestiduras eclesiásticas,
como en realidad sentía por todo lo relacionado con el servicio de la Iglesia.
En los largos baúles de cedro alineados en la galería oeste de su casa, tenía
almacenados numerosos raros y hermosos especímenes de lo que en verdad es
el atuendo de la esposa de Cristo, que ha de vestir púrpura y joyas y hermoso
lino para poder ocultar el pálido cuerpo macerado consumido por los
sufrimientos que busca y herido por el suplicio autoinfligido. Tenía una
hermosa capa de seda carmesí y damasco de hilo dorado adornada con
repetitivas figuras de granadas doradas colocadas en flores de seis pétalos, a
ambos lados de las cuales había una piña incrustada de pequeñas perlas. Los
orifreses estaban divididos en secciones que representaban escenas de la vida
de la Virgen, y la coronación de la Virgen estaba reflejada en sedas de colores
en la capucha. Era una obra italiana del siglo XV. Otra capa era de terciopelo
verde, bordada con grupos de hojas de acanto en forma de corazón, de los que
salían flores blancas de largos tallos cuyos detalles se hallaban resaltados por
hilo de plata y cristales de colores. El broche mostraba una cabeza de serafín,
bordada en hilo de oro. Los orifreses eran de seda roja y dorada, y estaban
salpicados de medallones de una infinidad de santos y mártires entre los que
se encontraba San Sebastián. También tenía casullas de seda de color ámbar,
y brocados de seda azul y oro, y damasco de seda amarilla y tela de oro
adornados con figuras de la Pasión y Crucifixión de Cristo y con bordados de
leones, gallos y otros emblemas; dalmáticas de satén blanco y damasco de
Página 109