Page 64 - El Terror de 1824
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60 B. PÉREZ GAXDÓS
V
Lo más cruel y repugnante que existe des-
pués de la pena de muerte es el ceremonial que
la precede, y la lúgubre antesala del cadalso
con sus cuarenta y ocho mortales horas de ca-
pilla. Casi más horrenda que la horca misma
es aquella larga espera y agonía entre la vida
y la muerte, durante la cual exponen la vícti-
ma á la compasión pública, como á la pública
curiosidad los animales raros. La ley, que has-
ta entonces se ha mostrado severa, muéstrase
ahora ferozmente burlona, permitiendo al reo
la compañía de parientes y amigos, y dándole
de comer á qué quieres, boca. Algún condena-
do de clase humilde prueba en esos dos días
platos y delicadas confituras, cuyo sabor no
conocía. Señores, sacerdotes y altos persona-
jes le dan la mano, le dirigen vulgares palabri-
llas de consuelo, y todos se empeñan en hacer-
le creer que es el hombre más feliz de la crea-
ción, que no debe envidiar á los que incurren
en la tontería de seguir viviendo, y que estar
en capilla con el implacable verdugo á la puer-
ta es una delicia. Sin embargo, á nadie se le
ha ocurrido solicitar expresamente tanta felici-
dad, ni contar á Nerón, Luis XI, D. Pedro
de Castilla, Felipe II, Robespierre y Fernan-
do VII entre los bienhechores de la huma-
nidad.