Page 29 - Tema 4 - Nuevas Técnicas y Métodos de Blanqueo de Capitales y Financiación del Terrorismo
P. 29
El elevado número de víctimas en España (a pesar de que éstas se encontraron
en hasta 22 países) contribuyó al impacto social del caso. Las infecciones
comenzaron en 2011; la Policía recibió 1.222 denuncias relacionadas con el
mismo sólo en el año 2012, mientras que el entonces INTECO (actual INCIBE)
recibió 784.415 consultas al sitio dedicado al malware en cuestión y 26.028
llamadas a su teléfono de asistencia en el mismo año. Los delincuentes
simultanearon varios medios de blanqueo de los beneficios obtenidos, que
variaban en función del país de procedencia de los mismos. Mediante el mismo
ransomware, obtenían en Europa códigos de prepago de Ukash o de
PaySafeCard (proveedores británico y austríaco, respectivamente, de dinero
electrónico), y, en los EE.UU., de MoneyPak (proveedor estadounidense de
tarjetas de crédito Visa y Mastercard prepagadas), adquiridos por las propias
víctimas. Muchos de los códigos eran vendidos en foros rusos, siendo a su vez
el producto de la venta ya ingresado en servicios de pago online mediante el
empleo de documentación falsa o robada, ya blanqueado a través de casinos
online, ya convertido en criptomonedas (en particular, en bitcoins). Las tarjetas
Moneypak estadounidenses eran obtenidas en los EE.UU., enviadas por
paquetería a nuestro país y activadas en España (la cúpula de la red estaba
basada en la Costa del Sol) mediante una llamada desde los Estados Unidos
(fingida mediante un ordenador dedicado, sito en España), retirándose después
el dinero en cajeros por parte de una red de «mulas» dedicada a tal efecto. El
dinero en efectivo podía ser entonces reintroducido en el circuito del dinero
electrónico en sentido propio, para seguir siendo convertido en diferentes
medios de pago, a fin de dificultar su trazabilidad y ofuscar su procedencia.
Una gran parte de los beneficios de la organización terminaba su ciclo de
conversiones siendo cambiado en bitcoins, que eran gestionados directamente
por el cerebro de la operación en persona, siendo una de las dificultades
principales afrontadas por los investigadores la de acceder a las cuentas-
monedero (wallets) de éste a falta de los códigos necesarios. Esta dificultad se
resolvió, en buena medida, mediante la captura in fraganti del mismo cuando
tenía gran parte de sus cuentas-monedero abiertas en su ordenador, lo que