Page 116 - Querido cerebro, ¿qué coño quieres de mí?
P. 116
Este punto es el más difícil. La idea es que llegues a saber lo que
realmente necesita tu emoción de ti y que estés dispuesto a dárselo.
¿Cómo?
Aquí puede ayudar imaginarte que abrazas tu emoción (a tu «yo de cinco años») después
de consolarla y que te fusionas con ella para ser una nueva versión con la emoción
gestionada e integrada.
Valora si puedes tomar alguna decisión y cambiar tus circunstancias: darle a esa emoción
lo que te está pidiendo a gritos.
Si sientes rabia, tal vez necesites poner límites; si sientes miedo, tal vez necesites sentir
seguridad; y si sientes tristeza, tal vez necesites aceptar una pérdida.
Intenta ser amable contigo en todo el proceso, este es un ejercicio que no se puede hacer
desde la autocrítica o autoexigencia.