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            propiedad intelectual sobre la obra. Sin embargo, no   pareja de polacos emigrados a Estados Unidos. En mi
            sería preciso decir que el traductor es un escritor, pues   lectura de ese texto, una vez que el narrador refería
            las traducciones no tienen el mismo régimen que las   la procedencia de los personajes y su dificultad para
            “escrituras directas”. En general, las traducciones es-  hablar el inglés, ya no era relevante inventar un pid-
            tán más sujetas a los dictados de las gramáticas y los   gin polaco-argentino que podía llegar a ridiculizarlos
            diccionarios, y constituyen, por tanto, una excelente   cuando, en realidad, eran personajes nobles en la eco-
            instantánea del estado de una lengua en un momento
            determinado. Es por ello que se dice que las traduccio-  “El traductor es soberano
            nes envejecen: suelen estar más fechadas que las escri-
            turas de escritor. Lo de tomarse libertades con el texto   en sus elecciones, una vez
            solamente puede entenderse respecto de una idea de
            fidelidad, de traición. Siempre le huyo a esa transposi- que ha hecho una lectura
            ción de categorías morales al campo de la traducción,   interpretativa del texto
            y prefiero pensar que el traductor es soberano en sus
            elecciones, una vez que ha hecho una lectura interpre- que va a traducir.”
            tativa del texto que va a traducir.
                –El mercado español y el latinoamericano tie-  nomía del relato. La representación de hablas extran-
            nen  visiones  encontradas  sobre  a  qué “español”   jeras y pidgins es un problema general de la literatura,
            traducir, en especial en literatura: un autor japonés   no únicamente de la traducción; eso es importante
            traducido en Madrid puede encontrarse con que    tenerlo en cuenta. Lo señala Cortázar en su introduc-
            uno de sus personajes, en pleno Tokio, le dice a otro   ción a 62 Modelo para armar.
            “coño, tío, déjate ya de gilipolladas”, mientras que   –Si fueras editora de tu propio sello, con absolu-
            en Latinoamérica las traducciones circulan en ese   ta libertad –incluida la económica– para establecer
            híbrido llamado “español neutro” que busca dentro   tu criterio, ¿a qué “español” pedirías que se traduz-
            de lo posible borrar cualquier marca en el lengua-  ca y por qué?
            je que pudiera remitir a un país concreto. ¿Qué se   –Creo que no pediría ningún español en parti-
            gana y qué se pierde en cada una de esas elecciones?   cular. Sobre todo porque ese pedido entraña muchas
                –La discusión sobre la variedad usada en las tra-  veces la autocensura del traductor: mejor evito el vo-
            ducciones tiende a la repetición, a lo bizantino, como   seo, mejor no pongo “guita”, o “bondi”, o lo que sea. La
            siempre que se intenta responder a la pregunta ¿cómo   autocensura de la propia variedad dialectal es algo que
            hay que traducir?, sin reponer un contexto –histórico,   no podría pedirle a nadie; lo hice durante años con
            genérico, textual, etc.– para tratar de entender las elec-  mis  alumnos  de  traducción  literaria.  Ahora intento
            ciones del traductor. El ejemplo de “gilipollas” –¡por   abandonar los discursos prescriptivos.
            qué siempre esa palabra!– en Tokio tiene su contra-  –¿Cómo ves el campo de la traducción en la Ar-
            parte en algunas traducciones argentinas de los seten-  gentina hoy: lo que se traduce y quién lo traduce, lo
            ta, en las que se utilizaba el voseo y palabras del lun-  que se le ofrece al traductor y lo que se le demanda?
            fardo. Puede decirse que los latinoamericanos somos   –En general, entre las editoriales españolas y las
            menos provincianos que los españoles, y sabemos de   latinoamericanas hay una especie de división del tra-
            las diferencias dialectales. Pero esto se vincula con la   bajo. Mientras en España, los grandes trusts editoriales
            pregunta anterior: una vez que el traductor ha hecho   pueden pagar los derechos de traducción de la última
            su propia lectura del texto fuente, los modos de plas-  ficción europea y estadounidense, en América Latina
            mar esa lectura pueden ser muchos. Doy un ejemplo.   –o por lo menos en Argentina y México, que son los
            Hace poco me tocó traducir un texto de Jack London   dos casos que conozco mejor–, los editores suelen ver-
            en el que dos personajes –no los principales– eran una   se restringidos al “descubrimiento” de un nuevo autor,
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