Page 12 - Hauser
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Rococó, clasicismo y romanticismo
las clases superiores; pero tan pronto como le fue dada una posibi
lidad de medrar, se dio cuenta realmente de la injusticia social
existente y le parecieron ya insoportables los privilegios de la no
bleza. En suma, cuanto más perdía la nobleza de su poder efectivo,
tanto más tercamente se aferraba a los privilegios que le quedaban
y con más ostentación los exhibía; y, por otro lado, cuantos más
bienes materiales adquiría la burguesía, tanto más vergonzosa en
contraba su discriminación social y tanto más amargamente lucha
ba por la igualdad política.
La riqueza burguesa del Renacimiento había desaparecido
como consecuencia de las grandes bancarrotas del Estado en el si
glo XVI, y no se pudo restablecer durante el florecimiento del ab
solutismo y el mercantilismo, cuando los príncipes y los propios es
tados hacían los grandes negocios 9. Hasta el siglo XVIII, cuando
se abandonó la política mercantilista y se implantó el laissez-faire,
la burguesía, con sus principios económicos individualistas, no re
cobró su vigencia; y aunque los comerciantes y los industriales su
pieran ya sacar considerables ventajas del absentismo de la aristo
cracia con respecto a los negocios, el gran capital burgués no surgió
sino durante la Regencia y el período siguiente. Este régimen fue,
efectivamente, «la cuna del tercer estado». Bajo Luis XVI alcanzó
la burguesía del antiguo régimen la cumbre de su desarrollo espi
ritual y m aterial10. El comercio, la industria, los bancos, la fermege
nérale, las profesiones liberales, la literatura y el periodismo, es de
cir todos los puestos clave de la sociedad, con excepción de los altos
puestos del ejército, de la Iglesia y de la corte, estaban en sus ma
nos. Se desarrolló una inaudita actividad mercantil, las industrias
crecieron, los bancos aumentaron y corrieron enormes sumas en
manos de empresarios y especuladores. Las necesidades aumentaron
y se extendieron; y no sólo gente como los banqueros y grandes
arrendatarios de impuestos mejoró y rivalizó en su modo de vida
con la nobleza, sino que también las clases medias de la burguesía
aprovecharon la coyuntura y participaron de forma creciente en la
9 Franz Schnabel, Das XVU L Jahrh. in Europa, en «Das Zeiltalter des Absolucis-
m us», Propylaen Weltgesch., V I, 1931, pág .277.
10 Joseph Aynard, La Bourgeoisie franca i se, 1934, pág. 462.
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