Page 9 - Hauser
P. 9

Historia social  de  la  literatura y  el  arte








                Sceaux, que se convierte en escenario de brillantes,  costosas e inge­


                niosas fiestas y en nuevo centro artístico ai mismo tiempo:  una ver­


                dadera corte  de  las  musas.  Las  fiestas  de  la duquesa,  sin  embargo,



                contienen  en  sí  el  germen  de  la  descomposición  definitiva  de  la


                vida de  la corte;  sirven  de  transición entre  la corte en  el  viejo sen­


                tido  y  los  salones  del  siglo  XVIII,  herederos  espirituales  de  aqué­


                lla.  La corte  se disuelve de esta  manera de  nuevo en  las sociedades



                privadas,  de  las  que  había  surgido  como  centro  del  arte  y  la  lite­


                ratura.


                           El  intento de Felipe de restituir en  sus antiguos derechos po­



                líticos  y  en  las  funciones  públicas  a  la  aristocracia  refrenada  por


                Luis  XIV  era  una  de  las  partes  más  importantes  de  su  programa.


                Formó con  los  miembros  de  la  alta  nobleza  los  llamados  Conseils,


                que  habían  de  sustituir  a  los  ministros  burgueses.  Pero  el  experi­



                mento hubo de suprimirse a los tres años porque los  nobles habían


                perdido  el  hábito  de  la  dirección  de  los  asuntos  públicos  y  no  te­


                nían ya auténtico interés en el gobierno del país. Se mantenían ale­



                jados de las sesiones y hubo que volver de buena o mala gana al sis­


                tema gubernativo de Luis XIV.  Exteriormente señalaba también la


                Regencia probablemente el  principio de un nuevo proceso de aris-


                tocratización, que se expresaba en  la consolidación de  las fronteras



                sociales  y  en  el  creciente  aislamiento  de  las  clases,  pero  interior­


                mente  representó  la  ininterrumpida  marcha  conquistadora  de  la


                burguesía  y  la  decadencia  progresiva  de  la  nobleza.  Un  rasgo  ca­



                racterístico de la evolución social del siglo XVIII, ya observado por


                Tocqueville, es  el  hecho de que, si  bien  las  fronteras entre los  dis­


                tintos  estamentos  y  clases  se  acentuaron,  la  nivelación  cultural  no


                se mantuvo, y los  hombres que exteriormente deseaban  tan celosa­



                mente  separarse,  íntimamente  eran  cada  vez  más  semejantes  \   de


                manera que al  final  no  había  más  que dos grandes grupos:  el pue­


                blo,  y  la comunidad  de los  que estaban  por encima del  pueblo.  La



                gente  que  pertenecía  a  este  último  grupo  tenía  las  mismas  cos­


                tumbres,  el  mismo gusto y  hablaba el  mismo  lenguaje.  La aristo­


                cracia y la alta burguesía se funden en una única clase cultural, con








                          *  Alexis  de Tocqueville,  & Anden  régime et la  Révolutzon,  1859,  4.a ed.,  pág.  171.





                                                                                     14
   4   5   6   7   8   9   10   11   12   13   14