Page 131 - Hauser
P. 131

Historia social  de  la  literatura y el  arte







                 pesimismo y el optimismo desbordado, no hubiera podido llegar a


                 la forma patológica propia del Sturm und Drang.  Sin estas  íntimas


                 contradicciones y estas tendencias a la compensación exacerbada de



                 las  restricciones de la vida práctica sería incomprensible no sólo el


                 subjetivismo,  sino  también  la  disolución  formal  del  prerromanti­


                 cismo alemán, su fuga hacia lo extravagante y lo  informe y su doc­


                 trina de  1a falsedad  fundamental y  la  inadecuación  de  toda forma.



                 El  mundo que se había vuelto ajeno  y  hostil  no  quería prestarse  a


                 ser reducido a una forma dominada y, por lo canto, hizo de la ato­


                 mización  de  la imagen  del mundo de los  prerrománticos y del  ca­



                 rácter  fragmentario  de  sus  experiencias  un  símbolo  de  la  existen­


                 cia.  El  criterio de Goethe  sobre  ia falsedad  de  toda forma procede


                 del sentido de la vida de esta generación y corresponde en  lo esen­



                 cial a las palabras  de  Hamann,  cuando  decía que  todo sistema  «es


                                                                                                .
                 en  sí un obstáculo para  la verdad»  1IH

                           El Sturm und Drang era en su estructura sociológica más com­



                 plicado aún que  las formas europeas occidentales  del prerromanti­


                 cismo; ello  no sólo porque la burguesía y la intelectualidad alema­


                 nas nunca se habían identificado con la Ilustración lo bastante como


                 para mantener siempre ante la vista las metas del movimiento y no



                 extraviarse,  sino  también  porque  su  lucha  contra  el  racionalismo


                 del  régimen absolutista  era al  mismo tiempo  una lucha contra  las


                 tendencias  progresistas  de  la época.  No  se  habían  dado  cuenta de



                 que el racionalismo de los príncipes representaba para el futuro un


                 peligro mucho menor que el antirracionalismo de sus propios com­


                 pañeros de clase burguesa. Al volverse enemigos del despotismo, se


                 convertían en instrumento de la reacción, y con sus ataques al cen­



                 tralismo  burocrático  favorecían  simplemente  los  intereses  de  las


                 clases  privilegiadas.  Su  lucha,  naturalmente,  se  dirigía  no  contra


                 las tendencias socialmente niveladoras, frente a las que estaba el in­


                 terés  de  la  aristocracia  y  de  la  alta  burguesía,  sino  contra  su  in­



                 fluencia generalizadora, que violaba toda diferencia y toda variedad


                intelectual.  Combatían  el  rígido formalismo de  la administración


                racionalista en nombre de los derechos de la vida,  del crecimiento








                           118 Hamann, Leben undScbriften von C.  H ,  Gil<knvuhter}  1857-1873, V, pág.  228.





                                                                                   132
   126   127   128   129   130   131   132   133   134   135   136