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Rococó, clasicismo y romanticismo
en una situación histórica en la que el individuo estaba ya libre y
dependía sólo de sí mismo, pero se sentía amenazado y en peligro,
podía surgir semejante actitud. El subjetivismo ostentoso y el afán
incontenible de ampliación de lo espiritual, el lirismo del nuevo
arte, lirismo siempre insatisfecho y que se desborda a sí mismo,
pueden explicarse sólo a partir de este sentimiento escindido del
yo. No se puede comprender el romanticismo si no se parte para su
explicación de esta discordia y esta supercompensación que carac
terizan al individuo emancipado y desilusionado del período pos
revolucionario.
La evolución política del romanticismo en Alemania desde el
liberalismo al monarquismo conservador, la evolución en Francia
en dirección opuesta, y el desarrollo en Inglaterra hacia una forma
probablemente más complicada, vacilante entre Revolución y Res
tauración, pero correspondiente en general al sentido de la evolu
ción francesa, fueron posibles sólo porque el romanticismo tenía
también con la Revolución una relación ambigua y estaba prepara
do en cualquier momento para cambiar su actitud primera. El cla
sicismo alemán simpatizó con las ideas de la Revolución francesa,
y esta inclinación se hizo más profunda en el romanticismo ale
mán, que, como advirtieron ya Haym y Dilthey, no fue nunca apo
lítico l88. Pero sólo durante las guerras napoleónicas consiguieron
las clases dominantes ganar a los románticos para la reacción. Has
ta la invasión de Alemania por Napoleón, las fuerzas conservadoras
se sintieron completamente seguras y eran a su manera «ilustra
das» y tolerantes; pero ahora, cuando con el victorioso ejército fran
cés amenazaban difundirse al mismo tiempo los logros de la Revo
lución francesa, se dedicaron a someter todo liberalismo y
combatieron en Napoleón ante todo al exponente de la Revolución.
La gente realmente progresista y de ideas independientes, como
Goethe, no se dejaron, naturalmente, engañar por la propaganda
antinapoleónica; pero constituían dentro de la burguesía y la inte
lectualidad una minoría en desaparición. El espíritu revolucionario
tuvo siempre en Alemania carácter distinto del de Francia. El en
188 A. Poetzsch> op. cit., pág. 17.
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