Page 205 - Hauser
P. 205
Historia social de la literatura y el arte
El marco social en que se ha desarrollado la literatura france
sa del siglo XVIII han sido los salones, esto es, las reuniones regu
lares de escritores, artistas y críticos con los miembros de las clases
superiores en los hogares de la aristocracia y de la alta burguesía.
Estos salones eran círculos cerrados en los que las costumbres del
mundo elegante daban el tono y que, por muchas concesiones que
hicieran al modo de vida de las notabilidades intelectuales, mante
nían su carácter «social». Pero el influjo de los salones sobre la li
teratura, con todos los estímulos que dieron a los escritores, no fue
directamente creador. Constituían un foro al que la mayoría se so
metía sin contradicción, una escuela de buen gusto y un tribunal
que decidía el destino de la moda literaria, pero en modo algu
no un ambiente propicio en el que fuera posible la colaboración
creadora de un grupo. Los dnacles de los románticos son, en con
traste con los salones, círculos artísticos de amigos en los que el ele
mento «social» queda muy en segundo plano, sobre todo porque se
forman siempre en torno a un artista y están mucho menos estre
chamente cerrados que los salones más liberales. En ellos no sólo es
bien recibido todo escritor, artista o crítico dispuesto a sumarse al
movimiento, sino también todo simpatizante procedente del pú
blico. Es cierto que esta apertura y esta promiscuidad perjudican el
carácter escolástico del movimiento; sin embargo, no le impiden en
modo alguno el desarrollo de una concepción artística uniforme y
de un programa artístico representativo.
A diferencia de las agrupaciones anteriores, el círculo en que
ahora se desarrolla la vida literaria no es un salón sin un centro pro
pio, como en la Francia del siglo XVIII, ni un club o un café, como
en Inglaterra, sino un grupo que se reúne en torno a la persona de
un escritor, en torno a una personalidad a la que el grupo considera
su maestro, y cuya autoridad, aunque no siempre en los términos de
una disciplina escolástica expresa, reconoce incondicionalmente.
Ahora es la primera vez en la historia de la literatura moderna que
la forma de escuela ejerce influencia decisiva en el curso de los acon
tecimientos. Ni el siglo XVII ni el XVIII conocen esta forma, aun
que ella hubiera correspondido mejor al carácter normativo de la li
teratura clásica. El romanticismo, por el contrario, a pesar o quizá
206