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Historia social  de  la literatura y  el  arte







                residía sobre todo el poder atractivo de estos teatros,  tanto para los



               autores escénicos  como para ei  público 202.


                          Las formas dramáticas  más  importantes  históricamente y más


                interesantes  son  el  vaudeville  y  el  melodrama;  ellos  representan  el


               auténtico  cambio  en  la  historia del  teatro  moderno  y  constituyen



               el tránsito entre  los géneros dramáticos del clasicismo y del roman­


               ticismo.  Por ellos  recobra el  teatro su carácter de diversión, su mo­


               vilidad, su apelación  directa a los  sentidos y  su  comprensibilidad.



               Entre ambos, el melodrama tiene una estructura más complicada y


               una más amplia ascendencia.  Uno de sus muchos predecesores es el


               monólogo  representado  con  acompañamiento  musical,  forma  ori­


               ginal  del  género  híbrido,  que  aparece  hoy  todavía en  el programa



               de  las  representaciones  de  aficionados,  y  cuyo  primer  ejemplo  co­


               nocido  fue  el  Pygmalion  (1775),  de  Rousseau.  De  aquí  arranca  la


               renovación  de  la  recitación  dramática con  acompañamiento  musi­



               cal,  una forma intrínsecamente muy antigua.  Otra fuente del mélo-


               drame,  técnicamente  mucho  más  fértil,  es  el  drama  doméstico  de


               los  De  la  Chaussée,  Diderot,  Mercier  y  Sedaine,  que  desde  la  Re­


               volución, gracias a su carácter lacrimoso y moralizante, se hizo muy



               popular  entre  las  clases  más  bajas.  Pero  ei  prototipo  más  impor­


               tante  del  melodrama es  la pantomima.  Las pantomimes kistonques et


               romanesques,  como  son  designadas,  aparecen  por  vez  primera  en  el



               último tercio del siglo XVIII.  Tratan primeramente temas mitoló­


               gicos y  legendarios, como Heracles y Ónfale,  La bella durmiente y La


               máscara  de  hierro,  y  más  tarde  también  temas  contemporáneos,



               como La bataille du Général Hoche.  Estas pantomimas consisten ha­


               bitualmente en  escenas agitadas y tormentosas,  empalmadas a ma­


               nera de revista, sin conexión orgánica o desarrollo dramático, y des­


               criben con preferencia situaciones en las que el elemento misterioso



               y maravilloso -fantasmas y espíritus,  cárceles y tum bas- desempe­


               ñan  un  papel  decisivo.  En  las  escenas  aisladas  se  insertan  poco  a


               poco breves  textos  explicativos y diálogos,  y de este modo se desa­


               rrollan estas obras durante  la Revolución  y en el período siguiente









                         202 Ch.-M.  Des  Granges,  La Comedie et les moeurs sous la Restauration et la Monarchie

              dejuillet,  1904, págs.  35-41,  43-46,  53  sig.






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