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Naturalismo e impresionismo
ria con el convencimiento de que la estructura de la sociedad ha
cambiado completamente. En parte acepta y en parte se opone a
este cambio, pero reacciona siempre de modo extremadamente ac
tivista, y su visión naturalista deriva de este activismo. Su natura
lismo, pues, no es buscado en la realidad sin más ni más, ni en la
«naturaleza» o en la «vida» en general, sino en la vida social en
particular, es decir en aquel campo de la realidad que se ha vuelto
especialmente interesante para esta generación. Stendhal y Balzac
se imponen como tarea la descripción de la nueva y modificada so
ciedad. El designio de expresar sus novedades y peculiaridades los
conduce al naturalismo y determina su concepción de la verdad ar
tística. La conciencia social de la generación de 1830, su sensibili
dad para con los fenómenos en los que están en juego intereses
sociales, su agudeza visual ante los cambios y revalorizaciones so
ciales hacen de sus escritores los creadores de la novela social y del
naturalismo moderno.
La historia de la novela comienza con la épica caballeresca de
la Edad Media. Es cierto que ésta tiene poco que ver con la novela
moderna; pero su composición aditiva y su modo de narrar hilva
nando aventura tras aventura y episodio tras episodio constituyen
el origen de una tradición que continúa no sólo en la novela pica
resca, no sólo en las historias heroicas y pastoriles del Renacimien
to y del Barroco, sino también en la novela de aventuras del siglo
XIX, y, en cierta medida, en la descripción de la corriente de la
vida y de la experiencia en Proust y Joyce. Aparte de la tendencia
general, característica de toda la Edad Media, a la forma aditiva, y
de la concepción cristiana de la vida como un fenómeno que no es
trágico y no se agudiza en conflictos dramáticos particulares, sino
como un fenómeno que tiene carácter de viaje con muchas etapas,
esta estructura está en conexión sobre todo con el recitado oral de
la poesía de la Edad Media y con el ingenio público medieval ham
briento de nuevos temas. La imprenta, o sea la lectura directa de
libros, y la concepción artística del Renacimiento, tendente a la
concentración, traen consigo el que en el modo de narrar expansi
vo de la Edad Media comience a originarse una descripción más
compacta y menos episódica. Don Quijote constituye ya, a pesar de
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