Page 293 - Hauser
P. 293
Historia social de la literatura y el arte
mano, convierte el matrimonio en una comunidad de intereses, el
amor en un negocio y ata las víctimas unas a otras con las cadenas
de la esclavitud. No puede imaginarse nada más siniestro que los
lazos que unen al viejo Grandet con su hija, la heredera de su for
tuna, o que las características de los Grandet, que aparecen en Eu
genia tan pronto como se convierte en señora de la casa. No hay
nada más horrible que este poder de la naturaleza, de la materia so
bre las almas. El oro aleja a los humanos de sí mismos, destruye los
ideales, pervierte los talentos, prostituye a los artistas, poetas y es
tudiosos, convierte a los genios en criminales y torna a los que na
cieron para ser jefes en aventureros y oportunistas. La clase social
que es más responsable del carácter implacable de la economía di
nerada y que obtiene de ella mayor provecho es, naturalmente, la
burguesía. Pero en la salvaje y brutal lucha por la existencia que
ella desencadena participan la aristocracia, que es la víctima más
ensangrentada, lo mismo que las demás clases de la sociedad. Sin
embargo, Balzac no encuentra otra salida a la anarquía del presen
te que la renovación de esta aristocracia, su educación en el racio
nalismo y el realismo de la burguesía y la apertura de sus filas a los
talentos que ascienden de estratos inferiores. Es un defensor entu
siasta de las clases feudales, admira los ideales intelectuales y mo
rales de que ellas son encarnación, y lamenta su decadencia, pero
describe su degeneración con la objetividad más implacable, y so
bre todo su deferencia para con los ricachos de la burguesía. El es
nobismo de Balzac produce siempre una impresión penosa, pero
sus cabriolas políticas son totalmente inofensivas porque aun cuan
do abraza tan celosamente la causa de la aristocracia, no es aristó
crata, sin embargo, y, como se ha señalado con razón, esto consti
tuye una diferencia fundamental 47. Su aristocratismo es una
construcción especulativa; no proviene ni del corazón ni del ins
tinto.
Balzac es no sólo un escritor absolutamente burgués, en el que
todo lo espontáneo tiene sus raíces en el sentido de la vida propio
de su clase, sino que es al mismo tiempo el más eficaz apologista
47 V. Grib, Balzac, en «Cricics Groups Series», núm. 5, 1937, pág. 76.
294