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Naturalismo e impresionismo
cosas. Su materialismo histórico y su teoría de las ideologías son
sólo objetivaciones de su sentido de la realidad. Balzac mantiene su
punto de vista realista y crítico incluso ante aquellos fenómenos a
los que está ligado por el sentimiento. Así, a pesar de su actitud
conservadora, acentúa ía irresistibilidad del desarrollo que ha con
ducido a ía moderna sociedad burguesa capitalista y no cae nunca
en el provincianismo de los idealistas al juzgar la cultura técnica.
Su actitud ante la moderna industria como nuevo poder unificador
tlel mundo es totalmente positiva49. Admira la moderna metrópo
li con sus valores, su dinamismo y su ímpetu. París le encanta; lo
ama a pesar de sus vicios, e incluso tal vez precisamente por la
monstruosidad de ellos. Cuando habla del «grand chancre fumeux,
étalé sur les bords de ia Seine», delata en cada palabra la fascinación
que se esconde detrás de su violenta expresión. El mito de París
como nueva Babilonia, la ciudad de las luces nocturnas y de los pa
raísos secretos, el hogar de Baudelaire y Verlaine, Constantin Guys
y Touiouse-Lautrec, el mito del París peligroso, tentador e irresis
tible, tiene su origen en Ilusiones perdidas, Histoire des Treize y Papá
(loriot. Balzac es, sobre todo, el primer escritor que habla con en-
t usiasmo de una moderna metrópoli y que encuentra agrado en una
instalación industrial. A nadie se le ha ocurrido antes de él hablar
<ie una instalación semejante en un paisaje de un valle como de dé-
licieuses fabriques 50. Esta admiración por la vida moderna y creado
ra, aunque sin compasión, es la compensación de su pesimismo, el
brote de su esperanza y su confianza en el futuro. Sabe que no hay
camino de regreso a la existencia patriarcal e idílica de la pequeña
i iudad y de la aldea; pero sabe también que esta existencia no fue
cu modo alguno tan romántica y poética como se la suele describir,
Vque su «naturalidad» no significa otra cosa que ignorancia, en
fermedad y pobreza (El médico de aldea, Le Curé de village). A pesar
<le su propia inclinación novelesca, Balzac es completamente ajeno
.il «misticismo social» del romanticismo 51, y en lo que se refiere
en particular a la «pureza de costumbres» y la «inocencia» de los
1,9 E. Butcke, Balzac ah Dichter des modertten Kapitalismus, 1932, pág. 28.
50 Balzac, Correspondance, 1 8 7 6 ,1, pág. 433.
” Ernesc Seilliéte, Balzac et la morale romanñque, 1922, pág. 61.
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