Page 296 - Hauser
P. 296

Naturalismo e impresionismo








            cosas.  Su  materialismo  histórico  y  su  teoría  de  las  ideologías  son


            sólo objetivaciones de su sentido de la realidad. Balzac mantiene su


             punto de vista realista y crítico incluso ante aquellos fenómenos a



             los que  está  ligado por el  sentimiento.  Así,  a pesar de  su actitud


            conservadora, acentúa ía irresistibilidad del desarrollo que ha con­


            ducido a ía moderna sociedad burguesa capitalista y  no cae nunca



            en el provincianismo de los  idealistas al  juzgar la cultura técnica.


            Su actitud ante la moderna industria como nuevo poder unificador


            tlel mundo es totalmente positiva49. Admira la moderna metrópo­


             li  con  sus valores, su  dinamismo y su  ímpetu.  París  le encanta;  lo



            ama  a  pesar  de  sus  vicios,  e  incluso  tal  vez  precisamente  por  la


             monstruosidad de ellos. Cuando habla del  «grand chancre fumeux,


            étalé sur les bords de ia Seine», delata en cada palabra la fascinación



            que  se  esconde  detrás  de  su  violenta  expresión.  El  mito  de  París


            como nueva Babilonia, la ciudad de las luces nocturnas y de los pa­


             raísos secretos, el hogar de Baudelaire y Verlaine, Constantin Guys


            y Touiouse-Lautrec, el  mito del París peligroso,  tentador e irresis­



             tible,  tiene su origen en Ilusiones perdidas,  Histoire des Treize y Papá


            (loriot.  Balzac es, sobre todo, el primer escritor que habla con en-


            t usiasmo de una moderna metrópoli y que encuentra agrado en una



             instalación industrial.  A nadie se  le ha ocurrido antes de él hablar


            <ie una instalación semejante en un paisaje de un valle como de dé-


            licieuses fabriques 50.  Esta admiración por la vida moderna y creado­


            ra, aunque sin compasión, es la compensación de su pesimismo, el



            brote de su esperanza y su confianza en el futuro. Sabe que no hay


            camino de regreso a la existencia patriarcal e idílica de la pequeña


            i iudad y de la aldea; pero sabe también que esta existencia no fue



            cu modo alguno tan romántica y poética como se la suele describir,


            Vque su  «naturalidad»  no significa otra cosa que  ignorancia, en­


             fermedad y pobreza (El médico de aldea,  Le Curé de village).  A pesar


            <le su propia inclinación novelesca, Balzac es completamente ajeno



            .il  «misticismo social»  del  romanticismo 51,  y en  lo que  se  refiere


            en  particular a la  «pureza de costumbres»  y la  «inocencia»  de los





                      1,9  E.  Butcke, Balzac ah Dichter des modertten Kapitalismus,  1932, pág.  28.

                      50  Balzac, Correspondance,  1 8 7 6 ,1, pág.  433.


                      ”  Ernesc  Seilliéte, Balzac et la morale romanñque,  1922,  pág.  61.





                                                                              297
   291   292   293   294   295   296   297   298   299   300   301