Page 302 - Hauser
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                                                     Naturalismo e impresionismo







             sus personajes.  La más conocida es el  incidente con Jules Sandeau,



             quien le hablaba de su hermana enferma, y al que interrumpió con


             estas  palabras:  «Todo  eso está  muy  bien,  pero volvamos a la  reali­


             dad:  ¿con  quién  casamos  a Eugenia  Grandet?»  O  la pregunta con



             que  sorprendió  a  un  amigo  suyo:  «¿Sabes  con  quién  se  va  a  casar


             Félix de Vaudeville?  Con  una De Grandville.  ¡No digas  que  no es


             un buen partido!»  Pero la anécdota más bella y característica de to­



             das es la de  Hofmannsthal, en  la que se hace decir a Balzac en una


             imaginaria  conversación:  «Mi  Vautrin  la  considera  (Venice  Preser-


             ved,  de Otway) la obra más bella de todas. Yo doy gran valor al jui­



             cio de un hombre como éste»  57. La existencia real de sus persona­


             jes  fuera  de  las  obras  es  para  Balzac  una  realidad  tan  natural  y


             evidente  que  podía  decir  de  antemano  lo  que  Vautrin,  Marsay  o


             Rastignac pensaban o hubieran pensado de cualquier obra o  libro.



             La trascendencia de  la esfera de  la obra llega en Balzac a tal extre­


             mo que con frecuencia alude en La comedia humana a personajes que


             no  aparecen  en  la  novela  en  cuestión,  y  cita  los  títulos  de  ciertas



             partes  de  la obra total simplemente como  referencias eruditas.


                        Es  sabido  cuánto  le gustaba a Paul  Bourget  hojear,  en  el Ré-


             pertoire de La comedia humana,  ese  «¿quién es quién?»  de  las figu­


             ras de  Balzac  58.  Su afición  es considerada  hoy precisamente  como



             credencial de un auténtico balzacista; pero de todas maneras es sig­


             no de la comprensión de la naturaleza de La comedia humana como


             ligada  a  la  vida  real,  sólo  en  parte  concebida  según  la  estética,  y



             sólo  en parte  operante  según  ella.  Balzac  representa un  momento


             huidizo de la evolución artística que va de  lo artístico de la litera­


             tura clásica y romántica al esteticismo de Flaubert y Baudelaire; es


             la  hora  breve  de  un  arte  dedicado  por  completo  a  los  problemas



             de la vida del momento. No hay en el siglo XIX un escritor que esté


             más  lejos  que  Balzac  de  l’art pour l’art  ni  haya  tenido  menos  que


             ver con el purismo estético. Nunca se disfrutarán las obras de Bal­



             zac  tranquilamente  y  con plena conciencia si  uno  no  se  aviene  de


             antemano con el  hecho de que son una mezcla desequilibrada y en





                       ’7  Hugo  voti  Hofmannsthal,  Unterhaltungen  über  literarische  Gegenstdndet  1904,

             pág. 40.


                       ™ A.  Cerfberr-J,  Christophe,  Répertoire de la  Comedie Hamaine,  1887.





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