Page 320 - Hauser
P. 320

Naturalismo e  impresionismo







                 beralismo  de  su  juventud.  Se  adhiere  al  círculo  de  Taine,  Renán,


                 Berthelot  y  Flaubert,  critica  al  gobierno  y  anuncia  el  triunfo  del



                 naturalismo.  El  hecho de que su conversión política ocurra al mis­


                 mo tiempo que la artística es extremadamente sintomático de la si­


                 tuación;  demuestra  que  el  naturalismo,  a pesar  de  su  íntima con­



                 tradicción entre los dos campos de bohemios y  «rentistas», arraiga


                 en  el  liberalismo.  N i  siquiera de  Flaubert,  cuyas  opiniones  políti­


                 cas son totalmente conservadoras, puede afirmarse que haya defen­


                 dido  un  punto  de  vista  reaccionario,  antisocial  y  antiliberal.  La



                 oposición al  sistema político  del  Segundo  Imperio  y  al  oportunis­


                 mo de la burguesía,  tal como se expresa sobre  todo en La educación


                 sentimental,  es de  todos  modos  más característica de  su mentalidad



                 que  los  libelos  contra  la democracia en  sus  cartas,  frecuentemente


                 demasiado impulsivas y llenas de  contradicciones.  La crítica social


                 hostil al  régimen es  un  rasgo común a toda la literatura naturalis­


                 ta, y  Flaubert,  Maupassant,  Zola,  Baudelaire y  los Goncourt  están



                 completamente acordes en su disconformidad, a pesar de todas las


                 diferencias de sus opiniones políticas respectivas71.  El  «triunfo del


                 realismo»  se  repite  y  todos  sus  representantes  contribuyen  a  des­



                 truir los fundamentos  de  la sociedad existente.  Flaubert  se  lamen­


                 ta  repetidamente  en sus  cartas  de  la supresión  de  la libertad  y  del


                 odio  a  las  tradiciones  de  la gran Revolución72;  es  innegablemente


                  un  adversario  del  derecho  general  de  sufragio y  de predominio de



                  las  masas  incultas75,  pero  no  es  en  modo  alguno  un  aliado  de  la


                  burguesía  dominante.  Sus  opiniones  políticas  son  frecuentemente


                 descabelladas  e  ingenuas, pero expresan siempre un deseo honrado



                 de ser racional y  realista,  y manifiestan  una actitud a la que es aje­


                  na  toda utopía,  incluso  la de los  bienhechores  del pueblo  y de  los


                  lanáticos  del  progreso.  Rechaza  el  socialismo  no  tanto  a  causa  de


                  sus elementos  materialistas  como  de sus  elementos  irracionales14.



                  Y  para inmunizarse contra todo dogmatismo, contra toda fe ciega,







                           71  H. JL  Hunc, Le socialisme et le romantisme en France,  1935, págs.  342-344.

                            72  Cf.  entre  otras  una. carta a  Víctor  Hugo  de  15  de  julio  de  1853-  Flaubert, Co-

                  tu \pondance,  ed.  por Contad.  1910,  III, pág.  6.


                            73  íbid.,  II, págs.  116 sig.  y  366.

                           7"  lbidf  III, págs.  120,  390.






                                                                                    321
   315   316   317   318   319   320   321   322   323   324   325