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Naturalismo e impresionismo
do como la gran pasión violenta ni aceptado y exaltado como tal.
El romanticismo había siempre comprendido y perdonado el amor
triunfante, desatado y rebelde; éste estaba justificado por su misma
intensidad. Para el drama burgués, en cambio, el significado y el
valor del amor estaba en su perseverancia, en su resistencia a la
prueba de la vida m atrim onial diaria. Esta transformación de
la idea del amor puede ser seguida paso a paso desde Marión Defor
me, de Hugo, a La dama de las camelias y Demi-Monde, de Dumas.
Ya en La dama de las camelias el amor del héroe por la muchacha caí
da es incompatible con los principios morales de una familia bur
guesa; pero el autor, con sus sentimientos, si no con su inteligen
cia, está del lado de la víctima. En Demi-Monde, su actitud para con
la mujer de dudosa reputación es totalmente negativa; debe ser ex
pulsada del cuerpo social como un foco de infección, pues consti
tuye un peligro aún más grande para la familia burguesa que una
pobre, pero respetable muchacha, que puede, después de todo, con
vertirse en una buena madre, en una compañera fiel y en un guar
dián de la propiedad familiar digno de confianza. Si se ha seducido
a una muchacha de esta clase, se debe contraer matrimonio con ella
no sólo para enmendar la falta cometida, sino también para resta
blecer el orden, y, como Zola dice al resumir la moral de Four-
cbambaults, de Augier, para no consumar una bancarrota. Si se ha
tenido un hijo ilegítimo, y no hay nada elogiable en ello, sino más
bien lo contrario, se le debe legitimar, como Dumas alega en Le Fils
naturel y en Monsieur Alphonse, sobre todo para no aumentar los ele
mentos desarraigados, que son un peligro constante para la socie
dad burguesa. El único punto de vista desde el que se juzga el adul
terio es el de si pone en peligro la familia como institución. En
determinadas circunstancias, a un hombre puede perdonársele; a
una mujer, nunca. Una mujer que es moralmente solvente del todo
es incapaz por completo de adulterio (Francillon). En suma, se per
mite todo lo que puede conciliarse con la idea de la familia y está
prohibido lo que está en contradicción con ella, Estas son las nor
mas e ideales de que se trata en las obras de Augier y Dumas; fue
ron escritas para justificarlos, y su éxito prueba que los escritores
habían penetrado en los pensamientos más íntimos del público.
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