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Historia social de la literatura y el arte
La pintura prerrafaelista es tan literaria, tan «poética», como
todo el arte Victoriano; pero con sus temas esencialmente nada pic
tóricos, es decir que nunca pueden ser dominados con los medios
de la pintura, combinan ciertos valores pictóricos que a menudo
son no sólo muy atractivos, sino nuevos. A su espiritualismo Vic
toriano, sus temas históricos, religiosos y poéticos, sus alegorías
morales y su simbolismo de cuento de hadas, suma un realismo que
halla expresión en el gusto por el pormenor minucioso, en la re
producción juguetona de cada hoja de hierba y cada pliegue de la
falda. Esta meticulosidad está de acuerdo no sólo con la tendencia
naturalista del arte europeo en general, sino, al mismo tiempo, con
la ética burguesa de la buena cortesía, que ve un criterio de valor
estético en la técnica sin tacha y en la ejecución cuidada. Mante
niéndose dentro de este ideal Victoriano, los prerrafaelistas exage
ran los signos de habilidad técnica, la habilidad imitativa y los to
ques terminados. Sus pinturas están rematadas tan cuidadosamente
como las de los pintores académicos, y percibimos que la antítesis
entre los prerrafaelistas y el resto de los pintores Victorianos es mu
cho menos aguda que, por ejemplo, la diferencia entre los natura
listas y los académicos en Francia. Los prerrafaelistas son idealistas,
moralistas y eróticos vergonzantes, como la mayoría de los Victo
rianos. Tienen la misma concepción contradictoria del arte, deno
tan el mismo embarazo, las mismas inhibiciones al dar expresión
artística a sus experiencias, y su puritano pudor frente al medio en
que se expresan llega tan lejos que siempre tenemos la impresión
de un diletantismo tímido, aunque superiormente dotado, cuando
consideramos sus obras. Este distanciamiento entre el creador y su
obra hace aún más profunda la impresión de arte decorativo que va
unida a toda la pintura prerrafaelista. Por eso es por lo que esta
pintura parece tan afectada, tan exquisita y preciosa, y siempre tie
ne sobre sí algo de la calidad irreal y ornamental de las simples ta
picerías. La nota preciosista, intelectual y, a pesar de su naturaleza
lírica, fría, del simbolismo moderno, la gracia austera y el trazo
anguloso y algo afectado del neorromanticismo, la estudiada tim i
dez y contención, ei carácter hermético del arre a finales de siglo
tienen en parte su origen en este estilo artificial.