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Historia social de la literatura y el arte
En A l revés, de Huysmans (1884), documento de este esteti
cismo receloso del mundo y de la naturaleza, se realiza de modo to
davía más integral la sustitución de la práctica por la vida intelec
tual. Des Esseintes, el famoso héroe de la novela, prototipo de todos
los Dorian Gray, se aísla tan herméticamente del mundo que ni si
quiera se atreve a emprender un viaje, porque teme ser engañado
por la realidad. Es el mismo objetivismo paralizador y hostil a la
vida que se expresa en el hastío de la naturaleza propio del esteti
cismo. «El tiempo de la naturaleza —dice Des Esseintes—ha caduca
do; ha agotado definitivamente la paciencia de los espíritus delica
dos con la repugnante monotonía de sus paisajes y su cielo.» Para
estos espíritus no hay más que un camino: independizarse por com
pleto y sustituir la naturaleza por el espíritu y la realidad por la fic
ción. Esto significa para ellos torcer todo lo que ha tenido un desa
rrollo natural, retorcer todos los instintos e inclinaciones naturales
hacia sus contrarios. Des Esseintes vive en su casa como en un con
vento, no visita a nadie ni recibe a nadie, no escribe ni recibe cartas,
duerme durante el día y lee, fantasea y especula durante la noche; se
crea sus «paraísos artificiales» y renuncia a todo lo que proporciona
placer a los comunes mortales. Idea sinfonías en colores, perfumes,
bebidas, flores artificiales y gemas raras, pues los medios de su acro
bacia espiritual han de ser raros y costosos. Naturalmente, barato,
insípido y plebeyo son sinónimos en su vocabulario.
Pero el misticismo de toda esta concepción del mundo quizá
en ninguna parte se expresa tan rotundamente como en la novela
corta Véra, de Villiers de 1’Isle-Adam 22°. Véra es la esposa del hé
roe, idolatradamente amada y fallecida pronto, y él no quiere con
vencerse de su muerte porque no podría soportar la certidumbre.
Arroja dentro, a través de la verja, la llave del panteón donde ella
está enterrada, vuelve a su casa y comienza una nueva vida artifi
cial, o sea que continúa la antigua como si nada hubiera ocurrido.
Entra y sale, habla y obra como si ella viviera y se encontrara jun
to a él. Su proceder es un entramado tan consecuente y continuo de
actitudes y obras que a la perfecta sensatez de su conducta no le fal
220 Villiers de L’Isle-A dam , Contes crtieh, 1883, págs. 13 sigs. (Ed. cast.. Cuentos
crueles,)
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