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Historia social de la literatura y el arte
consciente» 21. Acaso no quiso decir sino: «Yo no estoy interesado
en su paranoia simulada, sino en el método de su simulación.»
La experiencia básica de los surrealistas consiste en el descu
brim iento de una «segunda realidad, que, aunque está inseparable
mente fundida con la realidad ordinaria y empírica, es, sin embar
go, tan diferente de ella que sólo podemos hacer aserciones
negativas sobre ella y referirnos a los vanos y huecos en nuestra ex
periencia como prueba de que existe. En ninguna parte se expresa
este dualismo de modo más agudo que en las obras de Kafka y Joy-
ce, pues aunque ellos mismos no tienen nada que ver con el surrea
lismo como doctrina, son surrealistas en el sentido más amplio,
como la mayoría de los artistas progresistas del siglo. Es también
esta vivencia de la doble cara de la existencia, que reside en dos es
feras diferentes, la que asegura a los surrealistas la peculiaridad de
los sueños y les induce a reconocer en la realidad mezclada con ellos
su propio ideal estilístico. El sueño se convierte en paradigma de
toda imagen del mundo, en el cual realidad e irrealidad, lógica y
fantasía, trivialidad y sublimación de la existencia forman una uni
dad insoluble e inexplicable. El naturalismo meticuloso en los por
menores y la arbitraria combinación de sus relaciones, que el su
rrealismo copia del sueño, no sólo expresa el sentimiento de que
vivimos en dos niveles diferentes, en dos esferas diversas, sino tam
bién de que estas dos regiones del ser se funden mutuamente tan
por completo que una no puede subordinarse22 ni oponerse a la otra
como su antítesis2Í,
El dualismo del ser no es por cierto una concepción nueva, y
la idea de la coinádentia oppositorum nos es completamente familiar
desde la filosofía de Nicolás de Cusa y Giordano Bruno, pero el do
ble significado y la duplicidad de la existencia, la trampa y la se
ducción para la inteligencia humana que están ocultas en cada uno
de los fenómenos de la realidad, nunca han sido experimentados
21 J. Th. Soby, Salvador Dalí, 1946 pág. 24.
22 Arvdré Bretón, Le surréalisme et la peinture, 1928; (ed. cast,, E l surrealismo y la pin
tura); W bat is surrealism?, pág. 67.
23 André Bretón, Second manifesté du surréalisme, 1930; Maurice Nadeau, Histoire du
surréalisme, 1945, 2.a ed., pág. 176; (ed. cast., Historia del surrealismo),
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