Page 44 - Los caminos de Virginia
P. 44
El lamento de Kafka es un desesperado llamado a los suyos que choca con el silencio más
atroz – el padre es una escultura sorda, la imagen de la madre se diluye en espejos borrosos,
la hermana transformada en una arrogante condesa, cierra todas las puertas y Goethe está
reducido a una tumba-; por eso al dirigirse a sí mismo tiene la suficiente claridad para
aceptar su incapacidad de enfrentar la vida, “no aprendí a defenderme, / y no sé
defenderme. (1996, 65)
Es que acaso el monólogo moderno es el monólogo del abandono, como se ha mencionado
en el anterior capítulo. Se había mencionado también, que en el monólogo de Hamlet luego
de confirmar la causa de la muerte de su padre entra en el dilema de si resignarse a soportar
de forma estoica los embates de la vida o por el contrario enfrentarlos. El personaje de
Kafka en el poema de Ospina aparece entregado a los embates de la modernidad, pero así
mismo se asombra de que sea el único que se dé cuenta de tal decadencia, y por lo tanto se
siente excluido, un exiliado. Se asombra de la suficiencia e indiferencia de los hombres
frente a esta realidad: “Entonces es delirio todo esto? ¿A quién puedo llamar que me salve?/
su reino es de este mundo. Todos están aceptados y absueltos. Son demasiado humanos,
son demasiado justos” (2010, 248). En seguida, se entrega, se hace consciente y acepta su
debilidad: “Y no logro hablarles con mi estruendo de élitros, y no aprendí a cruzar las
puertas, y no sé defenderme” (2010, 248). Si al hablarle al espejo, Nietzsche es
correspondido con imágenes de decadencia, Kafka al dirigirse a su padre, a su madre, al
abuelo, a la hermana, al hermano, a Goethe y a Milena, es correspondido con la indiferencia
y con la ausencia.
“Oyendo gemidos distantes el enfermero se inyecta” hace alusión a Georg Trakl. En este
poema tenemos como espacio físico un hospital. Trakl fue alistado para la Primera Guerra
Mundial como oficial médico durante la batalla de Grodek en la cual debió asistir a una
gran cantidad de heridos sin medicinas ni anestesia. Esta situación lo llevó a una gran
44