Page 45 - Los caminos de Virginia
P. 45

depresión y lo llevó al posterior suicidio. El poema de Ospina dibuja a través del personaje

                  el paisaje horroroso del hospital durante la batalla.


                  En el poema que lleva el título de la obra ¿Con quién habla Virginia caminando hacia el

                  agua?  explora la mente  de Virginia Woolf momentos antes de su muerte por voluntad

                  propia. Es un diálogo con un alguien incierto, un “hermoso viajero invisible” a quien dirige

                  un lamento por la guerra. El bombardeo de los aviones alemanes a Londres es inminente y

                  Virginia prevé la destrucción de todo aquello que ama. El tono del poema es desgarrador:

                  “…Para mí se han cerrado los caminos, se han cerrado los días, las flores;/ en el jardín los

                  picos de los últimos pájaros ya por última vez dialogaron en griego/ y entendí que algo más


                  triste que la guerra, más triste que la codicia/ se está cerrando lentamente sobre los mudos
                  cielos de mi alma…” (2010, 252-253). Las piedras que lleva en sus bolsillos, antiguas, “cuyo


                  peso tasado por dioses ya imposibles” (2010, 253) representan el pasado más remoto, la

                  historia, que es la que la retendrá por siempre en lo más profundo del río.


                  “España 1939” es un ejercicio poético en el cual un hombre se despide se su amor, Carmela,

                  luego de  enterarse que  los “blancos”, es decir los del ejército del  General Franco han

                  derrotado a los “rojos”. “Lo que decían las canciones de aquellos locos años” y “Auschwitz”,

                  por su parte, hacen referencia al holocausto nazi, y tanto “E=mc²” como el “Haiku de

                  Hiroshima” hacen referencia al descubrimiento de la relatividad y su posterior utilización

                  en la bomba atómica.


                  Benito Mussolini a través de un discurso al pueblo manifiesta que



                   “[…]Los fuertes deben dominar el mundo[…]” (2010, 250) en el poema “Discurso del Duce el 5 de Mayo de
                  1936 en el palacio Venezia de Roma”. A través de una retórica grandilocuente y nacionalista, Ospina logra en

                  este poema exponer el espíritu frío del gobernante desmesurado, incluso atreviéndose a expresar frases como
                  “[…] Queridos niños de Italia: qué bello es morir por la patria./ Laboriosas madres de Italia: ahora quedan

                  prohibidas las lágrimas[…]” (2010, 250).




                                                             45
   40   41   42   43   44   45   46   47   48   49   50