Page 55 - Los caminos de Virginia
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relación hombre-Naturaleza-Divinidad, no es la misma relación que mantiene el católico

                  tradicional con Dios, tal como explica Octavio Paz:


                  Juzgo que poesía y religión brotan de la misma fuente y que no es posible disociar el poema de su pretensión

                  de cambiar al hombre sin peligro de convertirlo en una forma inofensiva de la literatura; por la otra, creo que
                  la empresa  prometeica de la  poesía moderna consiste  en  su beligerancia frente a la religión, fuente de  su

                  deliberada voluntad de crear un nuevo “sagrado”, frente al que nos ofrecen las iglesias actuales (118).


                  De manera que es posible afirmar que tanto el artista como el poeta se encuentran en una

                  actitud religiosa frente a la naturaleza, en una comunión con ella, es la correspondencia

                  entre el indio navajo y su caballo. No deja de ser pertinente recordar la actitud dionisíaca

                  del griego con respecto a la naturaleza en las fiestas que se realizaban en honor a Dionisio

                  en la época homérica y rescata Nietzsche en el Origen de la tragedia. El ditirambo era la

                  forma poética en la cual los griegos de la época de Homero usaban como medio para exaltar

                  y celebrar la naturaleza a través del culto a Dionisio. Considero a Whitman en Hojas de

                  hierba  (1855), a  Goethe en  Werther  (1744), a  Antonio Machado  en  Campos  de Castilla

                  (1912), a Aurelio Arturo en Morada al sur (1945), como algunos de los herederos de esta

                  actitud poética. William Ospina a través de “Oración de Albert Einstein” parece reclamar al

                  hombre que retorne a esta actitud original, así mismo, se puede considerar como un tanteo

                  de su ideal de poeta y que posteriormente intentaría desarrollar en su  poemario África

                  (1999).


                  Einstein aparece en la “Oración a Albert Einstein” como si se tratase de un artista o un

                  poeta al que la naturaleza le ha revelado “algo”. Se encuentra en un estado de “extrañeza”

                  frente  la naturaleza. Octavio Paz define este  estado como  “el  asombro que de pronto  se

                  revela como lo nunca visto” (128). Whitman, al preguntarse por la definición de la hoja de

                  hierba, se pregunta “¿Cómo podría contestarle? No sé lo que es más  que él” (76). La


                  extrañeza es el instante de aceptación de la ignorancia en el momento en que siente que la
                  naturaleza lo supera, para él la naturaleza se le torna extraña, un misterio, un enigma. Se



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