Page 105 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
P. 105

108  Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis)




            Franz  se fundamentó en el criterio de mestizaje, en la creencia
                 45
            de una homogeneización racial como base de unidad social. Optó
            por un mestizaje moderado, donde persistieran “las condiciones
            físicas y morales del alma de la raza”.
               En Creación de una pedagogía nacional, Tamayo hizo uso del refe-
            rente implícito de indio, sin diferenciación alguna entre el aimara
            y quechua, ignorando a los demás pueblos originarios; este aspecto
            negó su propósito de estudiar la raza indígena ya que, en vez de
            plantear las diferencias, las anuló, construyendo una imagen abs-
            tracta del indio. Además, su obra, si bien es uno de los primeros
            intentos por integrar al indio a la ideología histórica occidental y a
            un proyecto de unidad nacional, no dejó de responder al propósito
            de una nación privilegiando su propia posición social, cultural y
            racial como representante de una clase media y alta de intelectua-
            les “blancos” urbanos y latifundistas. Es decir, planteó una educa-
            ción, una civilización, desde la posición de dominador, ya que no
            sólo alertó e infundió el temor entre sus contemporáneos de clase,
            de estrato social y raza, sobre una educación igualitaria: “¿Sabéis
            lo que significa civilizar al indio? Eso sería vuestra ruina irreme-
            diable e incontenible. Eso sería habilitar al verdadero poseedor de
            la fuerza y de la energía para sacudirse de vosotros”. 46
               Nunca aludió a un derecho de igualdad entre blancos, mestizos
            e indios, por el contrario, sin abandonar los lineamientos racistas,

               45   Tamayo, aunque reivindicaba de forma exagerada su raíz indígena y lle-
            gó a casarse con una mujer de “pollera”, al mismo tiempo se negó a utilizar el
            apellido materno (su madre, Felicidad Solares, de raíz aymara). Véase al respecto
            Fernando Molina, La conjura contra el hechicero. Tamayo para el indianismo contemporáneo,
            Bolivia, Editora Presencia, 2010.
               46   Ibid., p. 34. De forma semejante congeniaba con las ideas de Alcides Ar-
            guedas, quien manifestaba como un serio peligro educar a los indios, así como la
            posibilidad de una inversión de dominio, más en un horizonte histórico amena-
            zado por levantamientos indígenas: “Una educación indígena no especializada
            no haría más que potenciar los vicios caudillistas e induciría a los indios a que se
            sintieran superiores a los suyos”. Alcides Arguedas, De cara a la realidad, La Paz,
            Juventud, 1989, p. 124.
   100   101   102   103   104   105   106   107   108   109   110