Page 132 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
P. 132
III. La Escuela Racionalista, fundación y desarrollo 135
Moncaleano y Constant Leroy quienes se vincularon con las
13
14
organizaciones de trabajadores del ferrocarril y del área portuaria
y marítima, con la Unión de Profesores del Estado de Yucatán, así
como con el profesor cubano arraigado en Mérida, Rodolfo Me-
néndez de la Peña. Además, debido a las condiciones de miseria y
bajo salario, algunos elementos del magisterio de Yucatán llegaron
a leer a autores anarquistas y se identificaron con las ideas de estos
escritores. “En el sindicato de mecánicos había un compañero de
origen catalán Francisco Yuc. A iniciativas de él se formó un grupo
denominado “Centro de Estudios Sociales”, ahí se leyó: Bakunin:
Dios y el Estado; Kropotkin: La conquista del pan; Fábricas, campos y
talleres; Memorias de un revolucionario; Juan Grave: La sociedad del futuro;
Sebastián Faure: El dolor universal; Proudhon: La propiedad es un robo;
13 Juan Francisco Moncaleano llegó a La Habana en 1911, se vinculó a la
revista ácrata ¡Tierra! Y junto con su esposa Blanca Moncaleano fueron profe-
sores de la escuela de la Agrupación Racionalista Ferrer: A principios de 1912
abandonó la isla y se marchó a “México con la intención de formar una escuela
racionalista en Yucatán”, Sánchez Cobos, op. cit., p. 238. Moncaleano sólo estuvo
dos semanas en Yucatán, posteriormente, regresó a la Habana y desde aquí se
embarcó hacia la Ciudad de México para la fundación de la Casa del Obrero
Mundial (22 de junio de 1912), de donde será expulsado; un año después (1913),
se encontraría como colaborador en Regeneración, de los hermanos Flores Magón,
en Los Ángeles, California. Sobre su acción en la Casa del Obrero Mundial véase
Jacinto Huitrón, Orígenes e historia del movimiento obrero en México, México, Editores
Mexicanos Unidos, 1974.
14 Constant Le Roy, sobrenombre del español José Fernández, participó en
la Escuela Moderna de Francisco Ferrer Guardia, fue asignado y enviado con un
presupuesto para establecer escuelas racionalistas en Sudamérica, se gastó el pre-
supuesto y regresó a París, de donde salió hacia La Habana, Cuba. “de agosto de
1911 a junio de 1912 permaneció en la isla, de donde salió expulsado al ofrecer
sus servicios como espía de la Corona española” (Sánchez Cobos, op. cit., p. 138).
Su paso por Yucatán es muy breve, de tan sólo 7 días, en los cuales se vinculó
con los tipógrafos de Yucatán, para partir hacia Veracruz y posteriormente a
la Ciudad de México. Sobre algunos pasajes de su vida y su justificación sobre la
pérdida del presupuesto para la fundación de escuelas racionalistas véase Cons-
tant Le Roy, Los secretos del anarquismo, México, Librería Renacimiento, 1913.