Page 194 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
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198 Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis)
talleres, comedores y cocina. Las 4 edificaciones conformarían un
rectángulo de 40 mts. de frente por 60 mts., de fondo”. 38
La capacidad para 500 alumnos la adquirió en años posteriores
a 1933; en 1939 se incluyó un lugar para 150 internados, como
lo mencionó el profesor mexicano Adolfo Velasco, quien visitó la
escuela y destacó el alcance espacial que la escuela adquirió desde
su nacimiento y con el curso de los años. En fechas próximas
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a su destrucción en 1940, la escuela contaba con una planta de luz
eléctrica, de dos cuartos o pequeñas casas para los profesores, un
almacén para productos agrícolas, un gallinero, una porqueriza, y
canchas de basquetbol y futbol.
Los primeros talleres que se instauraron como parte de una edu-
cación integral y productiva fueron los de hilandería, sombrerería,
herrería, carpintería, y la fabricación de ladrillos. Es importante
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señalar que cuando existieron fallas en la instrucción manual, se
buscó el mejoramiento de las mismas, prueba de ello fue que ante
la incapacidad de producir ladrillos adecuados para la comunidad
y el hábitat del altiplano, el Parlamento y/o Consejo de Educación
38 Informe del Director de la Escuela Normal Profesional de Indígenas de Huarizata,
Elizardo Pérez, al señor Prefecto y Comandante General del Departamento de La Paz, fechado
en Huarizata el 27 de noviembre de 1933, en Archivo de la Prefectura de la Paz, Sub-
fondo Administración (Omasuyos), Serie Correspondencia recibida y enviada,
años 1933-1934, c. 108ª.
39 “El edificio fundado se compone de un patio central de 750 metros cua-
drados, con arbolillos y jardín. El frente y los dos costados son de dos pisos y con
cinco dormitorios amplios y ventilados con capacidad para ciento cincuenta ca-
mas, cinco salones de clases, cinco cuartos para oficinas y almacenes, seis salones
para talleres y una dirección. Cierran el patio central por el este, el comedor, la
cocina y un cuarto de aseo. Ambos pisos tienen interiores de arquería. Además de
este edificio se construyó una barda que circunda el plantel y que no mide menos
de setecientos metros de longitud por dos de altura”. Adolfo Velasco, “La Escuela
Indigenal de Warisata, Bolivia. Escuela de Recuperación Indígena de Caiza, Bo-
livia. Indios selvícolas bolivianos”, Primer Congreso Indigenista Interamericano, México,
Departamento de Asuntos Indígenas, 1940, pp. 22 y 23.
40 “Los resultados de la Escuela de Huarizata. Una visita realizada por las
autoridades de la R. Instrucción”, El Diario, La Paz, 31 de enero de 1934, p. 2.