Page 20 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
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Prólogo  21




               Es por esta razón que la educación no debe partir desde la con-
            cepción abstracta, del ser humano a priori, sino estar encarnada en
            la propia realidad con todos los condicionamientos sociales y ma-
            teriales de la existencia, determinada por las categorías históricas
            que lo delimitan como sujeto histórico, social y cultural.
               Porque

               La sociedad del futuro será tanto más valiosa y auténtica cuanto más
               favorezca “el desarrollo integral de la persona, el compromiso comu-
               nitario, la comunión fraterna y dialogante y el proceso de participa-
               ción popular”. Este socialismo con rostro humano debe caracterizarse
               por la recreación de un nuevo tipo de relaciones humanas dentro de
               una nueva estructura social. […] Si bien es cierto que el hombre es
               fruto de su ambiente y de las estructuras sociales que lo moldean, no
               podemos olvidar que está llamado a modificar esas estructuras so-
               ciales que le oprimen. El desarrollo del hombre, como ser individual
               y como ser en sociedad, depende, en buena medida, de los cambios
               reales que logre imprimir al mundo en que vive. 7

            El balance sobre el papel de la educación en nuestra América y
            en el mundo del siglo xx y las dos primeras décadas del xxi no
            ha sido suficientemente satisfactorio; más aún, puede decirse que
            antes como ahora, lo caracteriza la crisis, los fracasos e inconsis-
            tencias teóricas, epistemológicas y prácticas, las exclusiones, los
            racismos, los problemas de género, la injusticia, la discriminación,
            la marginación, la insolidaridad, no obstante ello, se han tenido
            aportes sustantivos importantes en los diversos campos de la vida
            social, científica y tecnológica; pero puede decirse que el análisis
            histórico, político, social y económico muestra que no se resolvie-
            ron los problemas éticos de equidad, justicia, solidaridad, liber-
            tad y respeto incluyente de la diversidad humana: de todas(os) los



               7   Francisco Gutiérrez, Educación como praxis política, México, Siglo XXI, 1985,
            pp. 80-81.
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