Page 23 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
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24   Mario Magallón Anaya




               asegura su calidad. En el horizonte del proyecto neoliberal que hoy se
               enseñorea en el mundo, los factores que rigen la relación educación-
               calidad están determinados por los de costo-beneficio, lo cual explica
               el interés en mejorar la calidad de los servicios educativos por quienes
               han de sufragarlos: Estados, empresas privadas, particulares, etc. Por
               tal motivo consideran como imprescindible asegurar que los fondos
               que se invierten en la educación superior deben ir encaminados a que
               ésta sea de calidad. A lo anterior se agregan las presiones externas
               vinculadas al papel que desempeñan las instituciones académicas en
               el desarrollo de las economías nacionales para ser competitivas con
               la cada vez más creciente mundialización de la economía. […] La
               calidad de la educación superior se ha venido definiendo, desde la
               perspectiva neoliberal, en relación de la oferta y la demanda. Por lo
               tanto, no responde a otros intereses que no sean, precisamente, los de
               carácter económico-productivo. El interés del desarrollo nacional,
               la búsqueda de pautas que satisfagan necesidades personales y de
               proyectos internos de los países están condicionados por la relación
               de la oferta y la demanda, regulada por las empresas nacionales y
               transnacionales. 9

            Derivado de esto, surge en paralelo la “educación por compe-
            tencias” en nuestra América y el mundo, impuesta por el Banco
            Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
            Económicos (ocde). En nuestro país o en los “países emergen-
            tes”, miembros de ella, esta medida ha potenciado, aún más, di-
            ferencias y exclusiones raciales, políticas, culturales y de género,
            hasta declarar el fin del sujeto y de la historia, del tiempo; ante esto
            puede decirse que la educación parece haberse quedado rezagada
            respecto de las necesidades y la formación de una ética ciudada-
            na, de la sociedad y las comunidades étnicas como de los demás
            grupos sociales que la conforman; la aspiración a la legitimidad y



               9   Mario Magallón Anaya, “Calidad de la educación superior”, en Cuadernos
            Americanos, núm. 75, 1999, pp. 74-76.
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